Uno de las cosas que más ganas teníamos de hacer de toda la ruta por la Costa Oeste de Estados Unidos era poder pasear por el alucinante mirador de cristal del skywalk del Gran Cañón. ¿Vértigo? 😀 Qué va… tan sólo caminarás viendo una caída acojonante de 1400 metros de altura frente a una de las panorámicas más impresionantes del Gran Cañón.
Para nosotros fue la primera imagen que vimos del increíble Gran Cañón del Colorado. Veníamos de pasar unos días en Las Vegas y tras hacer una pequeña parada previa en la Casa de los Simpsons, pusimos rumbo al desierto de Arizona para ver el que muchos consideran como uno de los lugares más increíbles de Estados Unidos. Y es que, si unes el ingenio de un arquitecto loco con imaginación y un lugar tan maravilloso como el Gran Cañón… obtienes maravillas como estas.
Sin embargo, no todo es oro lo que reluce en el mirador de cristal del Gran Cañón. Digamos que la experiencia fue algo agridulce ya que la visita tiene alguna peculiaridad que no nos gustó del todo y que conviene saber antes de ir hasta allí. De modo que, muy atento, que ahí va nuestra experiencia 😉 ¡Espero que os guste!
Cómo llegar al skywalk del Gran Cañón
De todas las maneras de llegar lo mejor es ir al skywalk del Gran Cañón desde Las Vegas tal y como hicimos nosotros. El recorrido es de unos 206 kilómetros (unas 2 horas y media de carretera aproximadamente) y tanto con un Tomtom Go como con la app de Maps.me llegaréis sin ningún problema.
Al llegar al sitio, encontramos un parking gigante en mitad del desierto donde dejamos el coche en actitud un poco WTF 😀 Estos yankis son la ostia. En mitad de la nada te levantan el chiringuito más acojonante que puedas imaginar.
Un poco sin saber a dónde ir nos dirigimos a una carpa hinchable de color blanco que hacía de recepción y al mismo tiempo de museo del Parque Nacional del Gran Cañón. Y allí mismo, en el mostrador, nos llevamos la primera lección de capitalismo en la frente 😀
Lo primero era que si querías visitar el skywalk del Gran Cañón debías comprar un tour para nada barato y lo segundo que en el skywalk no podías hacer ni fotos ni vídeos. Es más, pasabas por un detector de metales donde te cachean para que no escondas ni móviles ni nada que hiciera fotos o vídeos.
¿Conclusión? Si quieres fotos… págalas. Y por supuesto, no están incluídas en el ticket para el skywalk del Gran Cañon. Así que… tras pensarlo, cabreanos, volver a pensar y cabrearnos de nuevo… finalmente nos liamos la toalla a la cabeza y decidimos pillar la excursión. Con eso juegan, que llegas sin saberlo y al final… picas.
El Eagle Point, la primera imagen del Gran Cañón
Según pagamos la entrada, un autobús nos recogió en la recepción y pusimos rumbo al conocido como Eagle Point, primera parada del tour que habíamos contratado y junto al que esta el famoso skywalk del Gran Cañón. ¡La aventura comenzaba!
Nada más bajarnos del autobús, a prisa e impacientes nos bajamos buscando con la mirada ese sueño que llevaba tantísimo tiempo con ganas de desvirtualizar. Había llegado el momento de poner cara al Gran Cañón por primera vez y por suerte sería en uno de los miradores más impresionantes del West Rim. Y por fin… ¡zas!
Ahí estaba. Era la primera imagen del Gran Cañón que nuestras retinas recibían. El primer impacto en nuestra memoría. Jamás. Y digo: JAMÁS… jamás olvidaré ese momento 🙂 Cuántas veces había soñado con él.
¿Sabes de esas veces que ves un lugar y te pellizcas para saber si es verdad? Te dices a ti mismo: «¿Estoy aquí no?». Y sientes que quieres devorar con la mirada el paisaje que te envuelve.
El increíble mirador del Eagle Point, el mirador de las águilas. Nombre con el que los Hualapai, la tribu india autóctona de la zona, bautizaron a este lugar donde según ellos los cielos y la tierra se unen extraordinariamente como queriendo inmortalizar ese recuerdo en tu memoria.
Y desde luego que lo consiguieron. Pero amigos… la fiesta aquí sólo acababa de comenzar 😉
El mirador de cristal del Gran Cañón
Tras un buen rato haciéndonos fotos junto al Eagle Point pusimos rumbo hacia el imponente skywalk de cristal del Gran Cañón que se encontraba a solo un par de minutos de donde estábamos. Casi 200 toneladas suspendidas a más de 1200 metros de altura. Justo el triple de la altura del mirador de cristal del skydeck de la Willis Tower de Chicago donde en su día ya flipamos en colores. Según se cuenta, fueron los propios Hualapai quienes encargaron la construcción de este sitio con el propósito de convertir al visitante en una de esas águilas del Gran Cañón.
Para ello contaron con un loco inversionista de Las Vegas llamado David Jin que financió esta locura de 22 metros suspendidos sobre una caída que corta el hipo a todos los visitantes. Como dirían en mi barrio: «Cágate lorito». Mirad qué pasada…
Ante semejante lugar es normal que el angelito malo se te cruce por la mente en plan: «Killo, ¿eso no se caerá no?». El miedo a convertirnos en puré de Sevillanos era algo que sí o sí teníamos en la mente. Sin embargo, tranquilos. No hay de qué preocuparse. La estructura está pensada para soportar el peso de 800 personas, sólo dejan pasar a 120 por vez y el cristal tiene 10 centímetros de grosor… vamos, que tendrías que ser un elefante y aún así creo que lo soportaría.
Según llegamos, encontramos el famoso detector de metales y pudimos comprobar que esta gente iba en serio con el tema de las fotos. El cabreo e indignación del personal era latente. Yo iba con la idea de meterme la GoPro en uno de los calcetines pero dado que estos yankis no se andan con chiquitas… preferí no liarla. Y dicho y hecho. Dejamos todos los bártulos en una taquilla, nos pusimos unos calcetines protectores encima de los zapatos y… ¡voila!
¡Menuda sensación! Os aseguro que tengo vértigo, no pasé miedo porque no hay por qué pasarlo, pero desde luego la sensación te deja los pendientes reales de corbata 😀
Todas las fotos del skywalk del Gran Cañón que veis arriba nos las hizo un fotógrafo oficial que contratas en caso de querer llevarte un recuerdo. Como siempre… no es barato, pero si quieres un recuerdo no hay más remedio.
Guano Point, nuestro primer atardecer en el Gran Cañón
Tras hacernos chorrocientas fotos del mirador de cristal del Gran Cañón en todas las posturas habidas y por haber, fuimos al Rancho Hualapai donde pudimos comer un almuerzo que estaba incluído con el ticket de acceso al parque.
Tras el papeo, cogimos el autobús de nuevo hasta la siguiente parada, el Guano Point, un alucinante mirador famoso por sus vistas al rio Colorado que se eleva sobre un conjunto de piedras espectacular.
Las vistas desde allí son impresionantes. El atardecer poco a poco iba haciendo aparición y con él suaves y delicados rayos de sol empezaron a jugar entre las montañas formando un paisaje realmente mágico.
La historia de este lugar es cuanto menos curiosa. El nombre del mirador se debe a que en 1930 un navegante descubrió junto a este sitio una cueva donde había unas 100.000 toneladas de Guano que por si no lo sabéis es caca de murciélago. Esta caca es rica en nitrógeno y es un fertilizante de la leche de modo que con autorización y alquiler por parte de los Hualapai (esta gente entre el Skywalk y el guano hicieron el agosto) se estuvo explotando durante muchos años.
Con el tiempo las reservas de guano se agotaron, la mina se abandonó y a día de hoy es visitada por gente como nosotros que utiliza este lugar, entre otras cosas, para dejarse seducir por su atardecer.
El sol poco a poco empezó a caer y con él, el Gran Cañón empezó a colorearse de naranjas, rojos y ocres oscuros.
A medida que el sol se ponía el paisaje se transformaba con gigantescas sombras sobre los cortados del Cañón. ¡Menuda maravilla!
No hay que olvidar de que esta zona es 100% salvaje y al ponerse el sol pequeños reptiles salen a comer 😉 Así que, sin demorarnos mucho más, pusimos punto y final a nuestro paso por el West Rim del Gran Cañón y ahora tocaría seguir con la aventura.
Sin más, pillamos de nuevo el autobús y frente a nosotros decenas de cabras salvajes salieron a nuestro paso como queriéndose despedir de nosotros.
Ahora tocaría el turno al North Rim del Gran Cañón donde haríamos uno de los tours panorámicos más increíbles de la Costa Oeste.
Información útil para ir al Skywalk del Gran Cañón
Una de las opciones más cómodas e increíbles de visitar esta zona es contratando este tour que os dejo por aquí donde podréis combinar la entrada al skywalk con un vuelo en helicóptero por encima del Gran Cañón de unos 12-15 minutos y un paseo en barco por el rio Colorado.
El tour que os comento incluye las siguientes actividades, tal vez os merezca la pena:
- Transporte de Las Vegas al Gran Cañón
- Visita a la presa Hoover y el lago Mead
- Entrada al skywalk
- Vuelo en helicóptero
- Paseo en barco por el río
- Almuerzo: Pollo asado o carne guisada con puré de patatas o ensalada. Bebidas y postre.
La experiencia no es barata pero es que en EEUU si quieres hacer cosas guay todo va así… por aquí os dejo el enlace por si queréis echar un ojo:
Si no os interesa este tour, podéis hacer como nosotros, ir por vuestra cuenta en coche, comprar el pase para entrar al recinto del Gran Cañón por Internet y una vez allí pagar la entrada de 33$ para el skywalk que siempre va aparte.
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En el blog hemos ayudado a montar viajes por EEUU a miles de personas gracias a todos los artículos de la Costa Oeste de Estados Unidos que tenemos publicados. A continuación os dejo un listado con los principales artículos del blog:
- Recopilatorio con las mejores cosas que ver en la Costa Oeste
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- Ruta por los mejores miradores del Gran Cañón
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Esperamos haberos a hacer la excursión al skywalk del Gran Cañón y para cualquier duda podéis seguirnos y escribirnos a nuestra cuenta de Instagram. ¡Buen viaje viajeros!