¿Es posible con un sueldo de mileurista y 21 días de vacaciones viajar todo lo que uno quiera y no morir en el intento? Fácil no es, pero con un poco de organización, desconocimiento del término tiquismiquis y siendo un autentico «Wanderlust« empezarás a ver como viajar mucho y gastar poco es posible dotándote de una extraordinaria capacidad para ver el hecho de trasladarse, comer o dormir de modos poco ortodoxos en algo divertido y de irrenunciable guarnición para todos tus destinos.
A continuación os listo mi personal modus operandi a la hora de aprovechar al máximo un destino, sin prisas, sin pausas, de un modo económico y sobre todo sin perder el tiempo de modo que en poco tiempo hagas más por menos:
Volar sin que tu tiempo y tu dinero también lo hagan
Búsqueda y comparación de precios de vuelos con o sin destino prefijado como método para reducir la probabilidad de infarto de miocardio a la hora de pagar tu billete.
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No lo llames hotel cuando en realidad quieres decir «pasar la noche»
Todos sabemos que no es lo mismo una habitación de 25 metros cuadrados que una en la que te veas obligado a cerrar la puerta del baño para poder sentarte en el váter…
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Llenar el gaznate, bueno, bonito y barato
Día a día en el mundo gastronómico de un mileurista en lugares donde un BigMac cuesta 11€ y un filete con patatas más de 30€ sin bebida… La comida puede convertirse en una tortura para el bolsillo en algunos países…
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El orden de los factores si altera el producto
El tiempo y las distancias muchas veces se convierten en el peor enemigo del viajero y si no nos organizamos bien podemos convertir el hecho de viajar en una gymkhana.
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Jajajaja, muy buen post (o colección de post). Me ha gustado sobre todo el de los hoteles; sí, la vida del mileurista es dura, sobre todo cuando tienes que dar con tus huesos en un cutre hostal. pero lo importante es tener la ilusión de salir, viajar y conocer…y no quedarte en casa porque no puedes ir a hoteles de cuatro estrellas. Un abrazo (lo prometido es deuda)
Gracias Paco 😉