Vida viajera de un mileurista: No lo llames hotel cuando en realidad quieres decir “pasar la noche”

Buscar alojamiento barato muchas veces trae consigo una serie de puntos que conviene aclarar por si alguno de vosotros no suele leer la letra pequeña.

Una veces encontramos lo que esperamos, otras veces más de lo que imaginabamos y otras, sencillamente, hacemos tripas corazón con tal de ahorrarnos unos durillos y disfrutar unos días más de nuestro destino.

Todos sabemos que no es lo mismo una habitación de 25 metros cuadrados que una en la que para poder sentarte en el váter te veas obligado a cerrar la puerta del baño.

Se que no es lo mismo una cama de 2×2 con 5 cojines de plumón de ganso, que una cama con colchas de diseño rural y cabecero “estilo cuéntame”.

Evidentemente no es lo mismo un botones a la puerta del hotel, que engancharte los botones con la esquina de la puerta, arrastrando las maletas, escalera arriba, escalera abajo por toparte con un ascensor estropeado sacado de la serie Celia… No es lo mismo, no.

No es lo mismo un estupendo ventanal con vistas al mar, que un ventanuco con vistas al parking trasero con la mar de coches aparcados, estar en el mismo centro de la ciudad que a 10 kilómetros de este, de modo que… tienes 2 opciones, pagar comodidades o en el caso de que andes a 2 velas cambiar ese “no es lo mismo” por un cómodo “da lo mismo”, total, para el tiempo que estamos en el hotel la mitad de las veces…

Aún así, una cosa no quita la otra, siempre puedes pegar un pelotazo y pagar un hotelazo a precio hostal gracias a webs como Booking.

Codearte con ricachones que han pagado 5 veces más que tu para una misma habitación, mismo hotel y mismo régimen de alojamiento es algo bastante habitual. Así nos venden este hecho los de Trivago, anuncio que seguro habéis visto en televisión.

Este caso lo he vivido personalmente en el Hotel Boscolo Dei Dogi de Venecia *****.

Muelle privado con servicio de vaporetto

Desayunos de infarto, habitaciones y salones de miedo y trato de “messieur” por menos de 50€ la noche en habitación doble. Creo y confirmo que pelotazos así no volveré a encontrar…

Ojito con los desayunos, una simple cuenta de sumar y restar puede revelaros que la diferencia de “Sólo alojamiento” con “Alojamiento y desayuno” puede significar el pagar 14€ por 2 galletas y un zumo. Cuidado con esto.

Como alternativa al hotel convencional y una de mis preferidas por cierto recomiendo encarecidamente alojamientos de filosofía mochilera, los “Backpackers”, que encontrareis por Internet como “backpackers + ciudad”.

No esperes visillos de encaje, 5 pastillitas de jabón en el baño ni colchones visco elásticos pero si Internet y parking gratis (normalmente), cocina equipada con todo tipo de enseres, desayuno buffet si tienes suerte y sobre todo, muy buen ambiente viajero.

Otro tipo de opciones interesantes son pisos, estudios y apartamentos particulares que se alquilan por periodos cortos de tiempo en muchas ciudades del mundo y que podréis consultar y alquilar en Homelidays.

Mi experiencia tanto en Portugal como en Francia fue buena con esta web, pero aún así, contactar con los propietarios muchas veces se convierte en una odisea por la lentitud en contestarte, de modo que si quieres algo rapido, las opciones de arriba son más adecuadas.

Todo lujo es relativo, lo que importa es la experiencia, estar agusto y por supuesto, viajar, que al fin y al cabo es lo que nos mueve tanto a viajeros de cubierto de plata como a los de saco de dormir.

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