Convertirse en pájaro sobre Roma, ver sus puentes serpenteados por el río Tiber, sus laberintos de calles, plazas y jardines inundando la ciudad, el coliseo, foro romano, la plaza de San Pedro, las decenas de iglesias y monumentos que salpican Roma es posible solo si no te aburren los escalones y tanto tu como tus gemelos os animáis a subir a lo más alto de la enorme cúpula de la basílica de San Pedro.
La cúpula tiene la friolera de 136 metros de altura siendo la mayor y más alta del mundo.
La subida puedes hacerla de 2 modos
– Ascensor + 320 escalones (7 leuros)
– Directamente sus 511 escalones (5 leuros)
Son solo 2€ de diferencia pero si queréis mi opinión, tragarse la cola que hay para el ascensor no merece la pena para lo que te ahorras en escalones.
¡Abajo el sedentarismo!
El barrio del Trastévere, trans Tiberis, «tras el Tiber», me recordó mucho a mi barrio, Triana.
Junto a él como no podía ser de otra manera el Tiber, ¿contamos sus puentes?
Desde lo alto las personas se ven como hormiguitas chiquitinas y sin duda, la subida a la cupula del Vaticano es una de las cosas más divertidas e interesantes que se pueden hacer en Roma y por supuesto en el diminuto país del Vaticano.