París sin el precioso barrio de Montmartre no sería París. Lo he dicho 1001 veces: ¡es mi barrio favorito de París! Para mi esta zona de la ciudad representa todo el estereotipo parisino que a todos se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un idílico viaje a París.
Popularmente es conocido como el barrio de los pintores de París. Y para mi, lo tiene todo. Tiene los alojamientos más bonitos, es mucho más tranquilo que el resto de París, tiene vistas, sitios preciosos donde comer, es bohemio, artístico… ¡me encanta!
Haz la prueba. Imagina que te digo París, ¿qué imaginas? ¿callejoncitos románticos?, ¿preciosas cafeterías con encanto?, ¿placitas encerradas entre tenues farolas?. Pues que quieres que te diga pero todo eso y mucho más es lo que hay que ver en Montmartre y que en este post te quiero mostrar.
Enchufa la banda sonora de Amelíe de fondo, guárdate este otro post de lugares imprescindibles que ver en París que no te pueden faltar y pilla papel y boli porque te vas a enamorar… ¡avisado quedas!
El muro del amor o… el muro Je t’aime
Nuestra ruta turística por Montmartre la empezaremos desde la estación de metro de Abesses que desde mi punto de vista es la manera más fácil de llegar al barrio y que además os dejará frente al primero de los lugares que ver en Montmartre: “¡el mural del amor!, ¡oh la lá!” Sí, señores, la cosa se pone ñoña pronto.
Este lugar es también conocido como “el muro de los te quiero” y no es más que un azulejo gigantesco de 40 metros cuadrados (el tamaño medio del piso español) donde aparece la frase “te quiero” en más de 300 idiomas. Un lugar donde todos los enamorados tengan su encuentro ñoñoso.
La Basílica del Sacré Cœur, la joya de Montmartre
Desde el muro del amor continuaremos caminando primero por la Rue Yvonne le Tac y luego por la calle Saint-Pierre hasta llegar a uno de los mejores sitios que ver en Montmartre: los jardines de Louise-Michel, justo a los pies del precioso Sacré Cœur al que pondremos cara por primera vez 🙂
Mi recomendación, sin duda, es que echéis aquí un par de horitas tirados en el césped cual gatos bohemios y por qué no, pegaros un épic-picnic. Por eso mismo, el mejor día para ir a Montmartre deberá ser uno soleado. Ya sabéis, en París llueve de lo lindo de modo que tirad de la predicción y escoged bien 🙂
Tras retozar un ratillo en la hierba, subiremos por las escaleras hasta los pies de la basílica desde donde tendremos una de las mejores vistas de Montmartre hacia todo París.
Para llegar hasta aquí también tenéis la opción de subir en el famoso funicular de Montmartre pero… de verdad, me parece ridículo que no subáis por las escaleras a menos que tengáis un problema de salud o seáis más flojos que el perro de Heidi. Son sólo 197 escalones que se hacen en menos de 5 minutos y encima os ahorráis el 1,9€ del funicular. Yo ahí lo dejo.
Dos lugares imprescindibles que ver en Montmartre
Tras dejar atrás la basílica del Sacré Cœur, caminaremos hasta uno de las calles más bonitas que ver en Montmartre: la preciosa Rue Saint-Rustique, estrecha, solitaria, romántica… ¡pero qué bonito por favor! 😀
Y allí, en la misma calle, dejando con el Sacré Cœur asomando al fondo entre los tejaditos, llegaremos a una de las cafeterías más coquetas del barrio de Montmartre, donde un cafelito en su porche exterior es obligatorio: La bonne Franquette. Mirad qué chulada de lugar.
Preciosas galerías de arte, restaurantes, tiendas de recuerdos, etc… inundan por completo los alrededores de esta zona de Montmartre. Aprovechad para comprar vuestros recuerdos porque estáis en la zona ideal 😉
Montmartre, el barrio de los pintores de París
Si por algo es famoso este barrio es por el ambiente bohemio de Montmartre que desde hace décadas los pintores parisinos han dado la fama a las calles del barrio. Poquito a poco iréis notando que el arte, de un modo u otro, está presente en cada rincón de este barrio de París. A las pruebas me remito 😀
Pero sin duda, el epicentro del arte de Montmatre y una de las cosas que ver en Montmartre que no te pueden faltar es la famosa Place du Tertre donde los famosos pintores realizan retraros en directo a todo aquel que lo desee.
Desde retratos a oleo, carboncillo, acuarela… cada uno a su estilo: hiperrealista, caricatura, blanco y negro… Es un gustazo verles trabajar en directo.
Eso sí, no les toquéis mucho el cono sur con las fotografías que por experiencia os digo que no les gusta que se fotografíen sus obras. Aunque sea un retrato de un anónimo. Los precios suelen rondar los 50-70€ y la gran mayoría acepta un sutil regateo. Recordad que estáis en París y no en un zoco de El Cairo.
Unos moules frites en Au Clairon des Chasseurs
Uno de los clásicos que comer en Francia son los mejillones con patatas fritas, o como los encontraréis en la carta: “moules frites”. Un clasicazo. Y para ello, allí mismo, en la plaza de los pintores de Montmartre, tenéis el lugar ideal para hacerlo y salir rodando de París: el restaurante Au Clairon des Chasseurs. Acierto seguro, ya os lo digo yo 😉
De todos los restaurantes en el barrio de Montmartre escogimos este por lo guay que era su terracita y porque la cantidad de mejillones por centímetro cuadrado era descomunal. ¡Menudo platazo! Si no sois de comer mucho, con una sola ración tendréis para dos personas a menos que tengáis buen saque.
Moulin Rouge y Montmartre de noche
Tras un buen señor papeo, perderse por las callecitas y hacer las últimas compras, comenzaremos el descenso no sin antes pasar por otro de los imprescindibles que ver en Montmartre, la mítica calle Rue des Trois Frères número 56, conocidísima por ser la fachada de la casa de Amelié.
Esta fachada aparece en muchos momentos de la película. El interior se rodó en estudios pero la casa que aparece en la película es esa 😉 Y de allí, continuaremos bajando hasta la zona más “caliente” del barrio que durante mucho tiempo dio fama a este barrio por sus excesos y “clientela que fuma”. Os hablo de la Place Pigalle, alrededores y por supuesto, el famoso Moulin Rouge uno de los mejores sitio que ver de noche en Montmartre y un clásico parisino que no os podéis perder de ninguna manera.
Como colofón a vuestra visita por Montmartre podríais asistir a un show en el cabaret del Moulin Rouge. ¡La experiencia merece mucho la pena! Y es que, entre tanto lugar romántico, la cosa no podía terminar de otra forma que entre chispas y acción en el conocido por muchos como “barrio rojo de París” 😀 Ya sabéis, una cosa lleva a la otra y al final… ejem.
Espero que os haya gustado, os invito a seguirme en Instagram, para terminar os aconsejo que echar un un ojo a este nidito de amor para dormir en el barrio de los pintores que se llama “Ateliers” y ya sabéis que tenéis este reportaje y otros muchos post de París en este enlace que os dejo por aquí! ¡Bon voyaje viajeros! 🙂