Cada vez que rememoro mi viaje por Islandia, a la cabeza se me vienen muchos lugares increíbles que nos dejaron patidifusos. Fue un viaje cargado de experiencias y anécdotas chulísimas, sin embargo, entre todos esos recuerdos y lugares, destaca un recuerdo “azul”. Gélido e imponente como el de los icebergs del precioso lago glaciar de Jökulsárlón. Imaginad cientos de bloques de hielo flotando a la deriva, enormes leones marinos posados sobre ellos y el imponente e innombrable glaciar Breiðamerkurjökull contemplando la jugada, desde el fondo, mientras muere y cruje lentamente a causa del deshielo que da vida a estos enormes monstruítos azules.
La sorpresa al llegar a Jökulsárlón fue mayúscula. Primero porque ninguno de los cuatro habíamos visto nunca icebergs. Nuestro único contacto con el hielo hasta entonces se limitaba a todo lo que viene siendo el área de los congelados de Mercadona, gintonics, refrescos y la nevera en la playa. Y al llegar allí, después de visitar playas de arena negra, cascadas y volcanes, lo último que esperábamos ver es semejante capricho de la naturaleza.
Y cuando me refiero a capricho es porque por suerte o por desgracia, esta laguna, antes de principios del siglo XX, no existía. Como decía al principio, el responsable de que estos enormes icebergs existan es el gigantesco glaciar Breiðamerkurjökull, que al derretirse, va desprendiendo bloques de hielo que poco a poco se van deshaciendo formando esta laguna de icebergs que posteriormente terminan en la conocida como Diamond Beach, la playa de los diamantes. Podéis imaginar por qué 😉
El silencio del hielo es sobrecogedor. Es lo que más nos sorprendió a nosotros y lo que estoy seguro que más os gustará. Pensad que allí todo lo que veis no está quiero. Esta “moviéndose” pero muy, muy lentamente 🙂 Nada parece moverse pero “se mueve” y de vez en cuando… ¡catacrack! Algo se rompe, algo cruje y es entonces donde te aseguro que será imposible que no sonrías. Buscad un hueco apartado, lejos de los turistas y escuchad el crujir de estos enormes monstruos. Veréis qué pasada.
Nuestra llegada a Jökulsárlón fue de lo más épica. Según entramos en la laguna, una profunda neblina rodeaba los glaciares y una especie de brumilla rollo Braveheart parecía colocada adrede con objeto de darle al paisaje un toque misterioso, místico y fantasmal que molaba un huevo. Fijaos…
Nada más llegar, bajamos a la orilla para ver los icebergs de cerca y con suerte algún león marino. Jökulsárlón está considerado como el mejor lugar del mundo donde ver icebergs y uno de esos sitios “fetiche”, junto con la Antártida, para esos que nacen con una capa de neopreno adherida a la piel y que deciden poner los huevillos a remojar en las gélidas aguas de la laguna. Sí, sí… reíros, pero hay gente pa tó y muchos de los que visitan Jökulsárlón vienen para bañarse aquí. Y nada de meterse y salirse. No, no… ¡hacerse unos larguitos!
Estas aguas que veis están a 2ºC en Verano y en su punto más profundo se llega hasta los 248 metros de profundidad lo que convierte a este sitio en el mayor criadero de icebergs del mundo y el sitio perfecto para ver de cerca preciosidades de hielo azul como esta campando a sus anchas muy lentamente.
Imaginad estar frente a estos paisajes bajo una suave brisa gélida. Ese misterioso olor a hielo, el sonido de las skúas sobrevolando los icebergs y el “clic, clic…” del agua del lago rompiendo despacito en la orilla.
18 kilómetros cuadrados de enormes bloques de hielo de 1000 años de antigüedad derritiéndose frente a ti.
Está guay, ¿verdad? Pues si te crees que nos conformamos con esto, atención a lo que viene porque vais a flipar 🙂 La magia del lugar nos tenía como locos y cuando creíamos que aquello ya no se podía superar más… llegaría el momento “zodiac”, una de las mejores excursiones en barco por el lago de Jökulsárlón que para ese día ya estaba completa al 100% pero que al día siguiente, que encima daban soleado, nos aseguraban 4 plazas. ¡Agarraos los machos que vienen curvas! 😀
Una travesía entre icebergs y leones marinos
A la mañana siguiente, la predicción meteorológica no falló y tras un nutellazo (termino acuñado por mis amigos para referirse a la ingesta en grandes cantidades de Nutella) de nuevo pusimos rumbo a Jökulsárlón para vivir una de las experiencias más TOP del viaje.
Fijaos qué carreteras y qué vistas de todo el Parque Nacional Vatnajökull al fondo. En dos palabras: “im-prezionante“. Como diría Jesulín.
Según llegamos nos equiparon con unos súper trajes térmicos que iban encima de la ropa y que te dejaban, en palabras de mi amigo Manolito, con el cuerpo a temperatura nivel “magmático”. Vamos, que íbamos bien calentitos 😀
Aquí tenéis a Manolito con su traje térmico al más puro estilo Capitán Pescanova Islandés. Qué porte, qué estilazo Dios mio 😀
Desde las casetas de información, con los trajes ya puestos, iniciamos un pequeño trek de unos 5 minutos al más puro estilo “Interestellar” hasta llegar al muelle donde estaban las zodiac, donde por fin, llegaría la hora de navegar por la preciosa laguna de Jökulsárlón. ¡Señores, esto arranca!
Junto a un grupillo de unos 6-7 subimos con cuidado a la zodiac, nos sentamos, escuchamos las últimas indicaciones del piloto de la barca y poco a poco el motor empezaría a rugir y rugir para abrirse camino entre icebergs. ¡Allá vamos!
¿Esta guay el vídeo? ¡Fijaos las caras de los 4! La aventura estaba siendo súper divertida y esto sólo acababa de empezar.
El día estaba siendo excepcional y a diferencia del día anterior, donde no había tanto sol, ahora los icebergs tenían un color azul todavía más intenso como si fueran enormes diamantes brillantes.
A medida que navegábamos por la zona, me costaba creer que todas esas aguas sobre las que íbamos hace 80 años no estuvieran ahí. ¡Era todo hielo! Posiblemente navegábamos sobre uno de los lagos más jóvenes del mundo. Fijaos qué maravilla 🙂
Lo guay de la zodiac en comparación con otros barcos que también hacen excursiones en Jökulsárlón, es que debido a su maniobrabilidad es más fácil acercarse muchísimo a los icebergs hasta el punto que casi se podría decir que podrías tocarlos.
Aún así, hay que tener cuidado porque tal y como os decía arriba, estos bichos están en constante movimiento, no hay que olvidar que están “derritiéndose” y no será raro que veáis alguno desplomarse, a lo bestia, frente a vosotros. Algo así como cuando Falete saltó en “Mira quién salta” pero sin trampolín.
Nosotros tuvimos la suerte de ver y escuchar un par de desplomes de icebergs y os aseguro que acojona. Acojona a todos menos a ellas. ¡Nuestras amigas las focas y leones marinos! A estas les importa un pimiento todo. Ya os adelanto que es súper fácil verlas 🙂 Fíjate cómo posa para la cámara.
A esto es a lo que me refería con que la zodiac se mete donde ningún otro barco se atreve. Ahí nos tenéis, a los pies del glaciar Breiðamerkurjökull entre mini icebergs y su enorme pared de hielo.
Fijaos qué aguas y qué pasada de pared tiene el glaciar. Las manchas negras de la superficie son de la ceniza y lava de la última erupción de alguno de los volcanes cercanos. Es acongojante… ¿o no?
Aquí nos tenéis a Manolito y a mi navegando a todo trapo por la laguna 🙂
Cuando lleguéis a los pies del glaciar seguramente os pidan silencio. Si no lo hacen pedirlo vosotros. Es importante ya que a esa distancia es muy fácil escuchar al glaciar. No estoy de coña. Los crujidos del hielo son impresionantes.
En la siguiente imagen podéis ver perfectamente los estragos de la lava y la ceniza en el glaciar. Es espectacular. ¿Veis también a la amiguita no? ¡Estaban por todos lados!
Cada vez que veo a un bicho de estos me recuerda a la escena de Titanic en la que Kate le dice a Leonardo DiCaprio: “Píntame como a una de tus chicas francesas“. Sí, lo se… estoy mal de la cabeza, ¿pero es verdad o no es verdad? 😀 ¡Jajajaja! Aparte de focas y leones marinos, podréis ver varios tipos de patos y una especie de gaviota asesina llamada skua (antes la mencioné) que vive y merodea por la zona y que no es nada amistosa. Avisados quedáis.
Aquí nos tenéis al “Pescanova Team” más contento que unas pascuas con el precioso glaciar de impronunciable nombre al fondo 😀
La aventura poquito a poquito iba llegando a su fin. En total duró unos 45 minutos pero se pasa tan rápido que apenas os parecerá que dura 20 minutos 😀 Miraras donde miraras los paisajes eran una pasada. No quiero ni imaginar cómo debe ser ver una erupción volcánica o una aurora boreal en un lugar así.
¿Lo mejor de la travesía? La sensación de ir a ras de agua, pasar tan cerca de los icebergs y poder casi sentir el glaciar! 🙂
Ya de regreso, los últimos icebergs parecían decirnos hasta luego creando bonitos contraluces de colores azul eléctrico como estos que veis a continuación.
Tras el momento “zodiac”, volvimos a nuestros “yo” anteriores dejando a un lado la indumentaria de Pescanova y buscamos un precioso mirador donde echar un bocadillo “made in Hacendado” frente a una de las vistas más bonitas de toda Islandia.
Sin lugar a dudas la experiencia de atravesar en barco por el lago de Jökulsárlón fue uno de los grandes momentos de nuestro viaje por Islandia y todo un bautismo entre icebergs que seguramente no olvidaremos nunca 🙂
Quiero dedicar este post a mis compis de viaje: Manolitor, Javi y Alberto. Para los 4, todo el viaje de Islandia fue especial pero la laguna de Jökulsárlón ocupó un “top” que marcó un antes y un después en nuestra aventura islandesa.
“Sé como un iceberg. Cuando la mayor parte de ti esté hundida, siempre habrá una parte que salga a flote” Be iceberg my friend 😉
Información práctica si vas a visitar Jökulsárlón
A continuación os dejo las preguntas que más me soléis hacer sobre esta aventura que vivimos en Jökulsárlón. Si tenéis más dudas podéis dejar vuestras preguntas abajo en comentarios o bien escribirnos directamente a nuestro facebook donde además os invitamos a que nos sigáis para estar al loro de nuestros viajes por el mundo, vuelos chollo, formas de viajar barato a lugares inaccesibles y un larguísimo etcétera 😉
¿Con qué empresa hicistéis la excursión en barco? ¿Qué precio tiene?
Os aconsejo que contactéis con la empresa española de Islandia Tours que fue con quien nosotros la reservamos desde España y viene a salir alrededor de unos 70€ por persona.
¿Cual es la mejor época para ir a Jökulsárlón?
Siempre digo que Islandia es para hacer 2 viajes. Uno primero, en Verano, donde los días son de 24h, llueve menos y no hace tanto frio; y uno segundo, en Invierno, con días de 5h de luz y auroras boreales reflejándose sobre el hielo y el agua de la laguna.
¿A parte del barco qué más se puede hacer?
Al margen de descubrir la laguna en zodiac, yo os recomendaría hacer algún trekking cortito. Alrededor de los 18 kilómetros cuadrados que tiene la laguna de Jökulsárlón tenéis varias rutas sencillitas que os dejo en esta web. Ahí podréis ver los track de otras personas que han hecho senderismo allí, fotos, distancias, etc… 😉 Por otro lado, echad un ojo a este mapita donde os dejo la coordenada del sitio donde hicimos el picnic con vistas 🙂