Baños árabes Aire de Sevilla

En pleno barrio de Santa Cruz y aprovechando unos antiguos vestigios romanos, encontramos los baños árabes Aire de Sevilla, lugar que conseguirá envolverte en una atmosfera exótica que combinara a la perfección luces, aromas y relax, dejándote como nuevo, maravillado y con la sensación de haberle puesto el broche de oro para tu viaje en Sevilla.

Después de mi primera visita a estos baños con mi querida en el día de San Valentín, creí necesaria una segunda visita para mostrar al mundo los encantos de mi Sevilla con tan chulísimo lugar.

De este modo e invitados por su Director Comercial, que muy amablemente nos abrió las puertas de los baños, fuimos a una hora en la que tuviéramos para nosotros solos los baños para no molestar con las cámaras a los visitantes y “redisfrutar” una experiencia fantástica.

El edificio que envuelve el antiguo hamman (bañuelo árabe) data del siglo XVI y fue levantado por un Virrey de las indias, que mandó construirlo convirtiéndose en lo que a día de hoy es gracias por supuesto a una magnifica restauración.

Según entramos, atravesamos un pequeño patio con una fuente que con su sonido del agua caer nos da paso a la recepción, donde unas chicas muy amables, te atienden y te indican todo lo que tienes que hacer, por donde ir, etc…

A continuación una fuente al más puro estilo alcázar Sevillano preside un patio central que es rodeado por una escalinata que nos llevará a los baños y a una tetería que podrás disfrutar visites o no los baños y donde podrás tomarte un , una copa, café o lo que desees.

Para visitar los baños simplemente con llevar el bañador y el alerón limpito, podrás acceder, puesto que ellos te dan toalla, unas zapatillas de tela muy cachondas que deberás de llevar durante la visita. Los baños tienen unas instalaciones fantásticas: secador de pelo, champú, geles, toallitas y unas estupendas taquillas con contraseña para que no tengas que preocuparte por el bolso ni la mochila. Súper cómodo vamos.

Una vez dentro de los baños, te aconsejan un orden a la hora de entrar de una sala a otra, pero una vez que hayas pasado por todas, puedes volver a la que más te haya gustado y repetir tranquilamente todas las veces que quieras.

La visita empieza en una sala grande de relajación con una fuente de la que podrás beber, mesitas con té y unos bancos de mármol con respáldales calentitos que te dejarán la espalda de lujo que te crujo (nunca mejor dicho).

Otra de las salas es la de agua salada, que está en la parte baja de los baños árabes y que se encuentra justo debajo del que en su día fue el hamman. Para mi gusto es la mejor sala, es una gozada apoyar la cabeza en alguno de los polletitos, cerrar los ojos y dejarte llevar un rato por la música y el vaivén del agua templadita que si no te descuidas te quedas roque.

La visita puedes continuarla en la sauna, con una fuente de piedra para refrescarnos y la sala “mil chorros”. Es la parte más SPA de los baños y en ella podrás relajarte con un burbujeo de categoría y relajar los musculos de la espalda con unos chorros a presión que te renovarán. Junto a estos está la sauna, en la que pocon una fuente de piedra para refrescarte y áromas que te limpiaran

Finalmente, la visita puedes terminarla en la sala más grande y bonita de los baños. La sala de contrastes en la que podrás pasar del agua templada (36º) a la caliente (40º) y la fría (16º). Meterte y salirte te provocará un cosquilleo que reactivará la circulación de hasta el último dedillo del pie.

Como digo, los baños árabes Aire de Sevilla no te dejarán indiferente, hay varios pack que puedes consultar en su página web www.airedesevilla.com, ahí encontrarás las tarifas, masajes, etc… y podréis comprobar que económicamente merece la pena y como Sevillano que soy, recomiendo que no dejéis pasar este sitio a vuestro paso por el barrio de Santa Cruz.