Volar sin el sonido de ningún motor, como los pájaros, y poder flotar a más de 600 metros de altura con ningún otro impulso y timón que no fuera el propio viento. Una experiencia única que aquella mañana de primeros de mayo, cuando aún no había ni salido el sol, viviría por primera vez sobrevolando en globo por la provincia de Sevilla, concretamente sobre el maravilloso corredor verde y todo el valle del Guadiamar.
La noche anterior a nuestro bautismo aerostático la haríamos en el hotel Benacazón, lugar del que saldríamos a primera hora de la mañana con el 4×4 de la empresa Gloobo, con la que haríamos el vuelo en globo por Sevilla, y donde nos levantaríamos a eso de las 5 de la mañana para nuestro vuelo.
El hecho de levantarse a esa hora no es ningún capricho. Es absolutamente necesario. El mejor momento para volar en globo es siempre a primera hora de la mañana que es cuando hay menor temperatura, el contraste con la temperatura interior del globo es mucho mayor y por lo tanto más propicia para el vuelo, se producen menos turbulencias y corrientes debido al calor del sol y la velocidad del viento suele ser menor. He de reconocer que madrugar no es que sea precisamente mi afición pero si hay un motivo de peso, como un señor globo de por medio… no hay sabanas que se queden pegadas ni queriendo!
Según salimos del hotel nos montamos en el 4×4 que mencionaba antes, nos explicarían por el camino alguna teoría básica sobre el funcionamiento del bicho al que nos íbamos a subir y posteriormente nos bajaríamos en un pequeño aparcamiento donde dejaríamos el 4×4 y haríamos una pequeña prueba lanzando un pequeño globo de helio al cielo con el fin de comprobar la dirección del viento y así saber hacia dónde nos llevaría el viento.
¡No hay que olvidar que es el Dios Eolo el que decidiría la dirección que tomaríamos esa mañana! Y tras la prueba con el globo de helio y de comprobar que la dirección era correcta, comenzamos el montaje del que sería nuestro pájaro!
Fue chulísimo extender semejante vela y poder pasear por el interior del globo como si de una nave espacial de colores se tratara!
Y posteriormente ver cómo se hincha el globo gracias a los quemadores de gas que lo levantarían como a un gigante.
Pero, ¿cuánto mide un globo como el que nos íbamos a montar? ¡Menudo bicho! Lo más común es que en su parte más ancha mida unos 17 metros por 23 metros de alto si medimos desde el suelo hasta la parte más alta, lo que vendría a ser un sexto piso para que os hagáis una idea. 2200 metros cúbicos llenos de aire caliente que os aseguro que calientan mucho mucho el cogote. Frío no vais a pasar a bordo. Garantizado.
Con el globo ya montado, llegaría la hora de subir a bordo y soltar amarras dejando como hormiguitas a todo bicho viviente que se encontrara bajo nuestra cesta.
Casi sin darnos cuenta el globo comenzó a elevarse y elevarse…
¡No había motor! ¡No había runrún de fondo! El único sonido que oirías a bordo tan sólo sería el de nuestras voces y el del intermitente sonido del quemador de gas sobre nuestras cabezas.
Poco a poco, frente a nosotros y al ritmo del viento, espectaculares paisajes fueron sucediéndose bajo el alba de la mañana. Kilómetros y kilómetros de colores maravillosos se extendían bajo nuestros pies hacia un horizonte que no parecía encontrarse y que convertía a aquella cesta en un mirador privilegiado.
Todo lo que sobrevolábamos e íbamos dejando abajo, poco a poco iría quedando como pequeñas maquetas de museo: las autopistas, los pequeños cortijos, pueblos y agricultores de lo terrenos por los que pasábamos… una pasada!
E incluso algunas formas que a la naturaleza a veces le da por crear como esta que desde el aire parecía un corazón gigante
¿Qué fue de lo primero que se me pasó por la cabeza al volar por primera vez en globo? Pues francamente, al margen de esa sensación de flotar sin sonido alguno, de las primeras cosas que se me vinieron a la cabeza fue la respuesta a la eterna pregunta de si se siente vértigo al subir a un globo. Respuesta que pronto tuvo tajante y rápida respuesta: NO. Yo, un tipo con bastante vértigo os lo puedo confirmar. Os aseguro que una persona con vértigo puede volar en globo perfectamente.
Al vértigo no hay que confundirlo con miedo a las alturas. El vértigo es una sensación incontrolable que te hace sentir mareo en determinadas situaciones y creedme que yo que tengo bastante… no sentí nada de nada. La sensación es parecida a la que puedes sentir cuando vuelas en avión y miras por la ventanilla, solo que con el frescor de la mañana y la emoción del sentirte flotando al ritmo del viento.
Al igual que en cualquier avión de pasajeros en el que la azafata te explica las salidas de emergencia y qué hacer en caso de accidente, nuestro piloto también nos explicaría brevemente qué hacer en un globo en caso de accidente o aterrizaje de emergencia.
El paisaje desde arriba, los colores de los campos cultivados que sobrevolamos y el espectacular amanecer que desde arriba presenciamos fue espectacular. Una de esas experiencias difíciles de olvidar.
Los sombreros de paja en los que nos veis no son precisamente por el sol. Por mucho frio que haya en el lugar en el que te encuentres, recuerda que tener un quemador de gas sobre tu cabeza que expulsa fuego como un dragón a poca distancia de tu cogote… hará que te quieras desprender de cualquier abrigo que lleves a bordo.
De los mejores momentos del vuelo, sin duda fue cuando “nos fuimos de copas” 😀 Tal cual nos lo dijeron. Al principio no lo entendimos muy bien ya que la proposición “irnos de copas” nos la hicieron sobre una laguna que prácticamente rozamos con la cesta!
Pero según levantamos la mirada del agua y vimos la arboleda que teníamos frente a nosotros… rápidamente entendimos que lo de irnos de copas era exactamente eso, ir de morros contra un pequeño bosquete! Fue chulísimo ver lo cerquita que llegamos a pasar de los árboles. Tan cerca que rozamos literalmente las ramas llegando a pensar por momentos que nos chocábamos contra los árboles.
Tras hora y media de vuelo, el sol cada vez se encontraba más y más alto, la temperatura comenzaría a subir y por lo tanto llegaría el divertidísimo momento de aterrizar.
Momentos antes del aterrizaje nuestros pilotos contactaron con el equipo terrestre por walkie talkie. Es admirable como desde abajo son capaces a bordo del 4×4 de apoyo de seguir al globo vaya por donde vaya a través de caminos de tierra, carreteras, autovías y autopistas. ¡Un trabajazo! Pero lo cierto es que ahí estaban los tíos, justo debajo nuestra, preparados para recibirnos.
La pregunta fue: “¿Queréis aterrizaje o aporrizaje?”. Evidentemente ganó el aporrizaje por unanimidad.
Rápidamente nos pusimos en la postura que nos habían enseñado, la de emergencia o aterrizaje, de modo que todos los que íbamos a bordo, menos el piloto, nos agachamos y preparamos para el aterrizaje agarrándonos a las asas de la cesta y después de un “¿preparadooooos….?”… “puuuuuuuuuummmmm!!!!!” “Aporrizajeeee!” Divertidísimo, menudas risas! Genial, para repetir una y otra vez.
La cesta se arrastró unos 10 metros al son de nuestras risas y un “agarraros bieeen…!”. Aquí tenéis el vídeo de nuestro aterrizaje de globo aerostático o… bueno sí, mejor decir “aporrizaje” sobre campo de girasoles, jejeje.
Un final de 10 para una experiencia fantástica que finalizaría donde todo empezó, en el hotel Abades Benacazón, con un señor desayuno como el que veis, que a esas horas… creedme que entra que da gusto. Madre mía como me puse.
Pero cuando creía que todo había terminado, llegaría el momento de nuestro “bautismo aerostático” que empezaría con su historia y leyenda y el por qué se bautiza a cada viajero que monta en globo por primera vez.
Y que continuaría con un bautizo de champagne en toda regla!
Y la entrega de nuestros diplomas de bautismo aerostático. ¿Qué os parece el mio? “Príncipe de los Cumulonimbos”. Curioso título para un tipo con vértigo, pero eso si, con la cabeza siempre en las nubes, de avión en avión y tiro porque me toca.
Información práctica si quieres vivir esta experiencia
¿Cómo volar en globo por Sevilla?
En nuestro caso optamos por la empresa Gloobo. El trato fue fantástico y su contacto lo tenéis en su web www.gloobo.es. Podéis llamarles por teléfono al 955 110 955 o a los móviles 695.199.821/ 822/ 838. También tienen email [email protected]
¿Da igual la época en la que volar en globo?
Cualquier época es buena para volar en globo pero el Invierno dada la temperatura exterior es de las mejores.
¿En qué zonas se puede volar en globo por Andalucía?
Yo tan sólo he volado por la zona del corredor verde del Guadiamar pero también es posible volar en globo por zonas tan espectaculares como Sierra Nevada, Doñana o Arcos de la Frontera, que nos recomendaban los pilotos de Gloobo y que según afirman… desde el aire es espectacular.