Todos hemos oído hablar del turismo gastronómico, el turismo cultural, turismo relax, turismo de aventura… y un largo etc que no incluye al «turismo romantico», turismo que quizás me esté inventando y que así, sin más, me saco de la manga junto a 3 planes para San Valentín más viajero que servirá com excusa para mostraros 3 rincones que bien podrían formar parte del Top 10 de lugares más románticos del mundo y que van a convertir a este, en el post más ñoño de la blogosfera de viajes.
Personalmente no hay cosa que me guste más que un mirador, allá donde voy hago una parada obligada en el punto o puntos más altos de la ciudad. Me sirve para ubicarme, para saber dónde estoy y normalmente estos siempre están en enclaves fantásticos donde a todo viajero le gusta estar.
París y su Sacre Coeur
El primero de ellos no es exactamente un mirador, pero dado su enclave, París, “la ciudad de l’amour, oh lala!” y sus extraordinarias vistas, gracias al lugar en el que se encuentra, lo he considerado como uno de los más románticos. Os hablo de las vistas desde la basílica del Sacre Coeur en el parisino barrio de Montmartre. Alucinad con sus impresionantes vistas de París desde la colina de Montmartre.
Una fantástica panoramica de París junto a la torre Eiffel quedará bajo vuestros pies junto a la enorme escalinata que se abre paso hacia la basílica de 80 metros de altitud y en la que podreis comprobar como decenas de parejitas de todas las edades contemplan las vistas de la ciudad algo «atolondrados» y sentados dulcemente en las escaleras diciéndose el uno al otro los tipicos “te quiero”, “no!, yo te quiero más”, “no, yo…”, etc… Ay…! París… L’amour…!
Florencia y un atardecer desde el mirador de San Michelangiolo
De Francia saltamos a Italia, concretamente a Florencia y el famoso mirador de San Michelangiolo del que puedo afirmar al 100% que fue lo que más me gustó durante mi viaje en la ciudad del David.
Ver la puesta de sol desde allí es toda una experiencia y para los más enamorados, compartir «un besito», una carantoña en plan tontorrón o simplemente decirle «Voglio passare il resto della mia vitta con te!» mientras el sol cae y la ciudad se ilumina… qué os voy a contar. Ay…! Florencia…
Con fotos como esta podemos entender por qué y dónde se inspiró Leonardo a la hora de dibujar su sfumato, esa técnica que utilizaba frecuentemente en sus paisajes y que desde allí arriba, al atardecer, podréis ver perfectamente.
Si me permitís un inciso, que espero que no rompa el clímax “romanticomeloso” de este post, os diré que el mirador de San Michelangiolo, al margen de ser un lugar espectacular para momentos pastelosos o no, es el único lugar de Florencia donde podréis aparcar completamente gratis. Como sabéis, Florencia es el terror del automóvil turista. La ciudad está llena de cámaras hambrientas de multas que si te pillan por el centro, «multita que te crió». Según el hotel en el que os alojéis, estos podrán recurrir las multas alegando que sois huéspedes del hotel pero he oído tantas historias y gente a la que le prometieron que la matrícula de su coche estaba registrada como huésped del hotel, que la verdad, prefiero dejar que mi coche se enamore gratis en este mirador y evitar recurrir las multas desde España.
Budapest y el bastión de los pescadores
Por último, desde Italia, volamos nuevamente con Cupido hasta Budapest (Hungría). Allí encontramos el Bastión de los Pescadores, un impresionante mirador ubicado sobre la colina del castillo de Buda con vistas hacia el barrio de Pest. Entre ambos, el Danubio, rio de los enamorados por antonomasia y del que según cuenta la leyenda, si no estás enamorado, lo ves marroncete y si por el contrario, en caso afirmativo, estás enamorado, lo ves azul. No me digais que no es potito y tremendamente pasteloso a la vez.
Budapest fue una ciudad que me dejó impresionado. Hasta hace poco para muchos era una gran desconocida. Suele visitarse junto a Praga y Viena dada la cercanía entre unas y otras pero pese a que normalmente la fama de estas 2 últimas deja un poco en segundo plano a Budapest, sinceramente, pienso que la capital húngara no tiene nada que envidiar ni a Praga ni Viena. Bajo mi punto de vista y al igual que pude opinarlo en su día de Lisboa, pienso que Budapest es otro de esos diamantes en bruto que se encuentran en Europa esperando su particular «boom turistico».
Pasear la muralla del castillo es una pasada. Desde ella podreis ver el parlamento Húngaro, bastante parecido al de Westminster por cierto, el larguísimo Danubio y entre el famoso puente de las cadenas que une Buda y Pest y en el que es tradición darse un beso en el momento en el que navegas bajo este.
Vaya ñoñopost que me ha quedado. Os dejo un enlace de cómo busco vuelos baratos hacia alguno de estos destinos.
Paris, Florencia, Budapest … Enamorados o no, lugares que enganchan y hacen que te enamores de esta droga llamada “viajes” que si es en compañía de tu amad@ mejor.
¿Cuál es tu rincón romántico?
Estoy 100% de acuerdo. He estado en los tres y son ciertamente espectaculares.
De las 3 propuestas, nos quedamos con Florencia!!! SIn desmerecer las otras dos, claro! Aunque el romanticismo muchas veces depende de la compañía más que del lugar, otra buena propuesta sería un safari por Tanzania… En general, cualquiera atardecer africano, (así, a lo bruto, como si en lugar de un continente se tratara de un país gigante) es inolvidable; la luz, el paisaje, las experiencias vividas… Pero al borde del cráter Ngorongoro más!
Si, son muy acertado estos destinos turísticos como románticos, yo he estado en alguno de ellos y me emociono al pensar un atardacer desde Montmatre o un atardecer desde las colinas de Florencia.