Como muchos sabéis durante casi 2 años he estado trabajando para Turismo Andaluz retratando experiencias de todo tipo y a lo largo de este tiempo he tenido la oportunidad de hacer prácticamente de todo por toda Andalucía. Pero cuando me preguntan por la más chula que he hecho o una experiencia a destacar, en mi mente, inevitablemente, aparece Granada y los trineos de perros en Sierra Nevada del bueno de Fran Maruenda, personaje que tuve la suerte de conocer gracias al programa de Carlos Herrera y al que contacté sin dudarlo cuando me tocó descubrir esta zona de Andalucía.
Y diréis: ¿con la de cosas, lugares y experiencias que hay en Andalucía y te quedas con unos trineos tirados por perros en Sierra Nevada? Dicho así suena raro pero es que la experiencia que se vive allí es muchísimo más que unos simples trineos de perros.
Por un lado el entorno. El espectacular, deshabitado y salvaje Puerto de la Ragua. Probablemente de los paisajes más bonitos de Andalucía donde la desconexión total os aseguro que se produce. Un lugar donde te ves rodeado por enormes bosques, el sonido del viento y una atmósfera mágica que me recordó muchísimo a mi viaje por Suiza.
Y por otro lado, a los propios Fran y Daniela, su mujer. Aventura Polar en el Sur, que es como se llama la experiencia, no sería lo que es sin ellos. Daniela es dulzura, buen rollo y sus bizcochos y acento francés os cautivarán.
Y en el caso de Fran… qué podría contaros de él. Fran es un tipo singular, único y auténtico. Pero auténtico de los de verdad. Pocos conozco como él.
Un personaje como la copa de un pino cargado de historias increíbles así como uno de los mejores musher (adiestrador de perros de trineo) que ha dado este país teniendo como currículum el haber quedado 1º de Europa y 5º del mundo con sus perros.
Ahí donde les veis han pasado los inviernos más jodidos que podáis imaginar entre lagos helados y ventiscas por zonas del mundo como Alaska, Suecia o Finlandia. Sus experiencias darían para escribir 3 libros llenos de batallitas pero mientras se escriben y no esos libros, estas forman parte de Aventura Polar en el Sur, una réplica “a la andaluza” de sus vivencias por el gran norte, pero aquí, en Granada.
Una experiencia única que como digo es de las mejores cosas que hacer en Andalucía, que con mucho cariño he querido retratar aquí en mi blog y que junto a mis amigos Choco, Diana, Priscila, Manolito, Jose y Anuki, vivimos con un montón de risas y muchísimo buen rollo. Estoy seguro de que os lo vais a pasar genial con este post y esperamos contagiaros a vivir una jornada como esta! ¡Allá vamos!
Rumbo al campamento a lomos de Moby Dick
La aventura arrancaría pronto. A eso de las 8:30am ya estábamos todos al pie del cañón en las bungalows de madera donde hicimos noche en las Alpujarras y que utilizamos como campamento base para hacer nuestro paseo en trineos de perros por Granada y la experiencia Aventura Polar en el Sur.
Como manda la tradición alpujarreña, pedimos un desayuno como Dios manda compuesto por unas señoras tostadas con jamón de Trevélez, cafelitos, zumos de naranja y sus respectivos Colacaos. Para empezar la jornada no está mal, ¿verdad? Y atentos al comedor… ¡vaya vistas!
Bueno, pues con las pilas bien cargadas y el ilusionómetro a tope, pondríamos rumbo en dirección Puerto de la Ragua hasta los 2100 metros de altura a través de poco más de 16 kilómetros por la preciosa y serpenteante carretera del puerto. Mirad qué flipe.
Tras unos minutillos, por fin llegamos al Punto de Información del puerto, donde Fran nos esperaría con Moby Dick, un chulísimo camión Hanomag de los años 50 que nos llevaría hasta el campamento donde él y Daniela viven con sus perros y que sin duda alguna ha sido de los recorridos más descojonantes que he hecho. Atención al vídeo.
¡Fijáos cómo se movía aquello y que divertido Dios mio! Como veis en el vídeo el cachondeo que nos trajimos fue bestial. Menudas risas a lomos de Moby Dick y qué buen rollo.
El trayecto en Moby Dick recorre los 4 kilómetros que separan al punto de información de la casa de Fran. Es un camino de unos 10 minutos aproximadamente y con algo de suerte, zorrillos, aves rapaces o algún jabalí hará aparición sin previso aviso ;-).
Hay que tener en cuenta que estamos en pleno Parque Nacional de Sierra Nevada y que aquí manda la ley de la naturaleza. Cualquier cosa puede pasar y tú eres un mero intruso por sus sendas.
A medida que nos adentrábamos en el paisaje, atrás quedaba la carretera y poquito a poquito uno iba dándose cuenta del lugar al que nos estábamos adentrando. Y es que, os puedo asegurar, que Fran y Daniela se podría decir que son de las personas que viven más aisladas de Andalucía. En coche, la casa habitada más cercana, quedaría a 25 minutos, andando, ya ni te cuento, y por supuesto, nada de agua corriente ni de luz.
Obviamente allí teléfono no tienen y su ventana al exterior la logran con una parabólica que conectan para tener salida de Internet y que encienden puntualmente tirando de unas baterías que cargan con luz solar y un pequeño generador. Sí señores, todavía hay gente que vive así en pleno siglo XXI en España.
Un café con Fran Maruenda y sus cachorrillos
El paseo a lomos de Moby Dick estaba llegando a su fin. Pronto llegaríamos a la casa de Fran y Daniela y pese a que aún no nos habíamos ni bajado del camión y de que todavía faltaban 500 metros para llegar, los 46 perros de Fran se pusieron darnos su particular bienvenida desde sus casetas con aullidos y ladridos que retumbaban en las solitarias y preciosas montañas que nos rodeaban.
Nada más bajarnos del camión, Fran nos encomendó que le ayudáramos a llevar un poco de leña hasta la entrada de la casa donde la prepararíamos y cortaríamos madera para encender un fuego que daría paso al “momento café”.
Pero antes… ¡los cachorritos! Rara es la vez que uno visita a Fran y allí no hay cachorritos de por medio olisqueando y dando paseillos. Fijaos que carillas 🙂
Lo normal es que mientras son pequeñillos aún no vivan con los grandotes y suele ser muy habitual el tenerles por allí dando tumbos entre las piernas del personal.
Os aseguro que los cachorros son un momentazo único y como primera toma de contacto con estos animales, sensacional.
De pronto, Daniela sacó su famoso dulce “quatre quarts”. Un delicioso bizcocho receta de su madre que cocinan allí mismo a la leña y que está… delicioso.
Y tras él, el famoso café de Fran, calentado al fuego en una cafetera de las de antes. A ver cuántos cafés como este os tomáis por ahí. Ni Nespresso ni leches 😀
Y todo esto, en el mejor de los escenarios posibles. Unos bancos construidos con troncos gigantes de madera cubiertos por pieles del norte de Europa, que en círculo, alrededor del fuego, son el mejor lugar para las más épicas tertulias que se puedan tener.
No me digáis que no está guay… Pues ni os cuento lo bien que se está en un sitio así mientras se escuchan las historias, curiosidades y anécdotas que tanto Fran como Daniela se ponen a contar para ir calentando los motores de la experiencia que estaba a puntito de arrancar. El siguiente vídeo es larguito pero os hará entender muchas cosas que vienen después.
Como veis, Fran tiene cuerda para rato y sus historias no tienen desperdicio. Mi consejo es que aprovechéis para bombardearle a preguntas y le tiréis de la lengua porque no todos los días se conoce a personajes con vidas tan alucinantes 😉
Llegó la hora de… ¡ser mushers por un día!
Tras el momento “cafetazo”, las historias y risas correspondientes, bajamos a la perrera y tanto Fran como Daniela comenzaron a preparar a los perros para la ruta con trineo de perros que íbamos a realizar.
Los perros que allí encontraréis son los “alaskanos” o “alaskan huskys”, una variedad especial de perros preciosos cuyo único afán es tirar, tirar y tirar.
La gran mayoría de estos perros son de Noruega, Suecia, Canadá y la propia Alaska, fueron traídos en su día por Fran y su mayor tesoro es su código genético.
El jaleo de la perrera es acojonante. En cuanto Fran y Daniela entran en ella, los 46 perros se ponen a ladrar como auténticos posesos y tal como digo el follón y jolgorio que allí se prepara es brutal. ¡Menudo jaleo! Jajajaja 😀 ¡La ruta estaba a puntito de comenzar!
Tras encordar a los perros, nos subimos a bordo del carro de Fran y en un perfecto “lapón”, lengua con la que Fran se comunica con los perros, aquello empezó a pillar una velocidad acojonante.
Como veis no hace falta nieve para hacer la ruta de trineos de perros. ¡Menudo ritmo!
La ruta es una gozada. Ver los paisajes del Puerto de la Ragua desde un carro como este, como los que se utilizan en Alaska en Verano cuando no hay nieve, es una chulada.
Parece mentira que 18 perrillos tan chicos como estos logren tirar de un carro que calculamos que podría pesar unos 500-600 kilos y encima llevar semejante velocidad. Bestial.
Según nos contó Fran, un perro de estos puede llegar a comer al día una cantidad equivalente a si un humano comiera 50 hamburguesas diarias. La “gasolina” que consumen es descomunal.
Como alternativa al carro está la opción que Fran denomina “conviértete en musher por un día” donde cada uno, sin necesidad de experiencia previa, dirige su propio tiro de perros por las mismas pistas forestales del Parque Nacional de Sierra Nevada.
Esa modalidad es mucho más “adrenalínica”, todo hay que decirlo. El hecho de controlar tu propio tiro de perros implica que de ti dependa la buena marcha de tu equipo de perros pero desde mi punto de vista, el relax y risas que uno se echa en el carro grande junto a Fran y sus indicaciones a los perros… no tiene precio.
La sinergia que tiene este hombre con estos animales es fascinante. Es increíble el grado de conexión y entendimiento que entre ellos existe. Para que os hagáis una idea de lo que os digo, a continuación os dejo un vídeo, con el que vais a flipar, en el que Fran demuestra cómo se arranca al equipo de perros con un simple sonidito. Verdaderamente alucinante.
Flipante, ¿verdad? Como dato, puedo deciros que el mushing en Granada no tiene nada que envidiar al de los países nórdicos.
Poco antes de este viaje tuvimos la suerte de vivir una ruta de trineos en Noruega y pese a que, efectivamente, el paisaje del círculo polar es único en el mundo, la experiencia y sensaciones de ser tirado por perros son completamente idénticas 😉
Senderismo, Cadichón y una barbacoa alpujarreña
Tras poco más de 1 hora de paseo en trineo de perros por Sierra Nevada y sus pistas forestales, de nuevo llegamos al punto de información del puerto de la Ragua y una vez allí, Fran se daría la vuelta con los perros al campamento y nos dejaría media hora para recorrer un cortito pero delicioso sendero de poco más de 15 minutos.
El camino fue una chulada. En cualquier momento parecía que Caperucita Roja iba a salir de detrás de cualquier pino. A través de una senda perfectamente marcada y flanqueados por un tupido bosque de pinos, fuimos caminando poquito a poco hasta un espectacular mirador de esos que quitan el hipo y piden a gritos una foto de equipo para enmarcar en el mueble-bar del salón de casa con un bello marquito del chino.
Fijaos qué vistazas tan espectaculares desde el mirador. Como veis merece mucho la pena.
Tras la ruta, las charlas, las batallitas de piñas a mala idea que hicimos en el interior del bosque y de despertar y espantar a la fauna autóctona del pinar con nuestros gritos y carcajadas (malditos urbanitas), regresamos al punto de información donde Fran nos esperaría de nuevo con Moby Dick pero esta vez para hacer una visita al personajillo más simpático de todo el Puerto de la Ragua 😉
Ahí le tenéis, Cadichón, el burro más simpático y cariñoso que vais a poder encontrar 😀
Y tras la visita al simpático Cadichón y los caballos salvajes que Fran tiene pastando por el puerto, regresamos al campamento donde nos esperarían Santiago e Ignacio, un argentino de 84 años que había venido desde la Patagonia para hacer un auténtico asado argentino-alpujarreño con chimichurri.
La magia del chimichurri en manos de un argentino que sepa hacer un buen asado es una combinación sencillamente brutal. No podéis maginar lo rico que está. Aquí os dejo un vídeo para que babéeis y de paso veáis como Manolito se carga a Popeye y las espinacas en 0’2 segundos 😀
Y, ¿qué es y qué lleva el chimichirri? Pues el chimichurri es una salsita especial que se elabora con vinagre, orégano, perejil, ajo, aceite y sal y cuya combinación con la carne es simplemente extraordinaria. El toque que le da a la carne es para desmayarse y bajar colina abajo haciendo la croqueta.
Os juro que babeo como Homer Simpson ahora mismo.
¡Invitados a un bautizo perruno por sorpresa!
Del asado argentino-alpujarreño pasamos a los sofás nórdicos de Fran donde entre charlas y charlas algún cabezazo se dejó sentir ya que entre el solecito, la barriguilla llena y que era la hora de la siesta… pfff… madre mía, no cerrar los ojos era misión imposible salvo por el “incidente” que protagonizó Manolito donde mientras dormía se pegó un enorme pedo que no sólo despertó a los presentes sino a él mismo 😀 Absolutamente genial. Pobre Daniela que se lo comió entero. Menudo postre 😀
Tras las cabezadas, las charlas, los pedos y las risas, Fran nos invitó a todos a un bautizo perruno donde pondríamos nombre a un perro guía al que él tenía mucho cariño.
El procedimiento de bautismo fue la leche. Nos dirigimos a la perrera y poco a poco fuimos abriendo, una a una, las puertas de la perrera. ¡Menudo follón! En 0’1 estaba aquello lleno de perros corriendo de arriba a abajo 😀 De la perrera atravesamos parte de los bosques que lindan con la casa de Fran y nos dirigimos al cortafuegos que hay entre los barrancos del hielo y el granizo. Una zona preciosa.
Por momentos, los allí presentes vivimos momentos muy bonitos donde los perros demostraron lo muchísimo que quieren a Fran y donde, por instantes, juraría que el espíritu del mismísimo Felix Rodríguez de la Fuente y sus lobos, parecía merodear emocionado por allí.
Y así, entre lobos, bautizamos a “Mentiroso”, nombre que Fran quiso dar a ese perrillo en honor a nuestros viajes ya que gracias a ellos un día nos conocimos 🙂
Domando caballos con la mirada, silbidos y gestos
Tras recoger a los perros, regresamos al campamento y allí le pedimos a Fran que nos llevara al picadero y nos enseñara a sus caballos pura raza española que son una pasada.
Como ya os dije al principio, Fran es un tipo especial y su conexión con los animales no sólo se reduce a los perros sino también a los caballos con quien es capaz de comunicarse y entenderse hasta el punto de dejaros con la boca abierta con una espectacular demostración de doma natural que no os dejará indiferentes.
Domar a un animal no es joderle, hacer que te tema y por tanto que te haga caso. Hay quienes se autoproclaman “domadores de…” y lo que verdaderamente son es unos cobardes que hacen daño, se ganan el respeto del animal con dolor y luego presumen de que el pobre animal les hace caso. Pero qué pensaríais si os digo que tan solo con gestos, la voz y algún silbido una persona se puede llegar a comunicar con un animal? ¿Increíble? Pues mirad, mirad 😉
Un “hot-tub” sorpresa entre sidra y muchas risas a 6ºC
Tras alucinar con Fran y su doma natural, ya con 10ºC de temperatura y bajando… llegaría otro de los momentos estrella del día. Nadie sabía lo que iba a ocurrir excepto Fran y yo. Así lo acordamos antes de viajar hasta aquí. Y es que antes de este viaje les dije a mis amigos: “traed bañador”. Sólo eso. Y pese a que todos me preguntaron una, otra y otra vez la razón por la que debíamos llevarlo ya que ibamos a la mitad de la montaña, no dije ni mu. ¿La sorpresa? ¡Esta que veis!
¡Sí! Es lo que se conoce como hot-tub. Su traducción sería algo así como tubo caliente y no es más que una bañera enorme de madera, calentada a unos 37-40ºC con leña y que en un entorno como el que estábamos y la sidra que descorchamos… en fin. Qué os voy a contar.
Pero para risas las que echamos. En serio… si os queréis reir y pasar un buen rato dadle al play a este vídeo por favor porque de verdad que no tiene desperdicio. Agarraos los machos que viene fuerte 😀
Qué puedo decir sobre este vídeo. Pues nada, que esos son mis amigos y… bueno, sí, que el golfo este supuestamente es científico y uno de mis mejores amigos.
En fin, no se si esto es bueno o malo pero es lo que me ha tocado y tengo que aceptarlo tal como es e intentar pedir algún tipo de subvención.
Noche de asado y confidencias a la luz de las velas
Y entre risa y risa, el sol poquito a poquito se iría marchando y tanto la luna como las estrellas irían haciendo presencia en la montaña.
Os aseguro que lugares como este son ideales para apartarse un momento del grupo y dejar que sólo tú y paisajes como este seais los protagonistas. Lo que muchos denominan como, ¿retiro espiritual?, pues no se si este será uno de ellos pero la noche aquí os garantizo que es especial.
Ya de por si este lugar de día es místico. Te da la sensación de vivir apartado de todo. Como si el mundo fuera a su rollo y tú ahí metido en el tuyo. Pero llegada la noche, la paz y la calma se acentúan más aún. Tan sólo nosotros, los aullidos de los perros y el sonido del fuego seríamos los protagonistas.
Bueno, nosotros y el corderito asado con toque argentino que nuestros Ignacio y Santiago se estaban currando para la cena. Qué maravilla.
Del fuego pasamos a la casa de Fran donde de nuevo las historias, sueños y proyectos poco a poco volvieron a salir a la palestra. Allí, a la luz de las velas y el calor de la estufa de leña, Fran y Daniela nos contaron su historia de cómo un día ellos eran mucho más felices en la Estación de Esquí de Sierra Nevada.
Aquí también lo son pero evidentemente económicamente no son tan solventes como lo eran en la estación de esquí de Sierra Nevada. Y te preguntarás: ¿por qué se fueron? Pues no se fueron, les echaron. Les echaron sin darles opción para poner un remonte de esquí justo donde ellos vivían con sus perros. No les buscaron sitio y dejaron a Andalucía sin mushing en nieve.
La experiencia de Aventura Polar en el Sur y el hecho de conocer a esta pareja es algo que os va a marcar. Os lo digo en serio. Tanto si buscais cosas que hacer con niños en Granada que sean distintas, como si vais un grupo de amigos o incluso en pareja, la opción de la ruta de trineos de perros por Sierra Nevada será algo que jamás olvidaréis.
Un fuerte abrazo desde aquí a Daniela Forget y a Fran Maruenda, el Trampero del Sur.
Información práctica si quieres vivir esta experiencia
¿Cómo contactar con Fran y Daniela para vivir algo así?
Lo ideal es que utilicéis el Facebook para contactarles ya que como sabéis poquitas veces tienen cobertura de modo que os dejo aquí las vías de contacto:
- El facebook de Daniela a la que podéis escribir directamente
- Sus teléfonos móviles que son el 677 37 43 10 y el 622 06 28 52
Por estas vías les pillaréis perfectamente. Como digo si os cuesta un poquillo no os preocupéis que ya os llamarán 😉
¿Se hace noche allí mismo en el campamento?
Para dormir lo ideal es que lo hagáis en el mismo sitio donde nosotros hicimos noche. Está solo a 12 minutos del punto de encuentro con Fran y son sin lugar a dudas de las mejores bungalows donde he dormido con todo lo necesario, y más, para pasar un fin de semana sin problemas.
Como veis tienen una cocina equipada con todo tipo de menaje, frigorífico, baño privado con bañera en el interior de la propia bungalow, así como ollas, escurridores, microondas, sartenes y hornilla.
En las cabañas pueden dormir hasta 6 personas. Como veis en el vídeo son tamaño barriada. Nunca antes había estado en cabañas tan grandes. Según entras te topas con este pedazo de saloncito donde hay un sofá cama.
En la parte superior hay una buhardilla chulísima donde hay 2 camitas y un sofá cama.
Y finalmente una habitación de matrimonio con su armario, estantería y cama grande para dos personas.
Si os ha molado por aquí os dejo el enlace para que veais más fotos y reservéis si queréis.
¿Dónde están todos los lugares que aparecen en este post?
Todos estos lugares están dentro del Parque Nacional de Sierra Nevada en el conocido como Puerto de la Ragua a menos de 1 hora de Granada capital y rodeados de bellos pueblecitos de la Alpujarra que te quitarán el hipo.
Para que no os perdáis y estéis un pelín ubicados, os he confeccionado un mapita con varios iconitos. El icono rojo corresponde al «Punto de información» donde os recogerá Fran con Moby Dick. No tiene ninguna perdida ya que está en mitad del Puerto de la Ragua y lo veréis perfectamente identificado ya que es un edificio de madera muy grande. Luego tenéis un icono de una «casita» que corresponde a las bungalow y finalmente un icono de un perrito que corresponde al lugar donde se ubica el campamento de Aventura Polar en el Sur.