Para la mayoría de rangers el mejor safari por África donde ver animales se encuentra en la reserva nacional de Sabi Sand, donde ver a todos los BIG FIVE con facilidad, es casi un hecho del 98%. Y cuando digo “cara a cara” me refiero a que literalmente los veréis a metros de distancia. ¡Tan cerca que los podrías tocar! 😀 No exagero y más abajo lo veréis con fotos, videos y toda nuestra experiencia africana descrita al milímetro. Un viaje, que podría definir como de las mejores experiencias de mi vida, con diferencia 🙂
Para mi, viajar a África y poder ver a estos animales siempre fue un sueño y hoy puedo decir bien alto que este año lo cumplí de la manera más maravillosa e increíble que podía imaginar.
Sabi Sand es la cuna del rinoceronte africano donde en ella habita el 80% de todos los rinocerontes de África. Es también uno de los lugares del mundo donde es más fácil ver al guepardo y sobre todo uno de los mejores safaris de África donde ver a los big five en menos tiempo. ¡Solo el primer día vimos 4 de 5! 😀 ¡Brutal!
Para ir abriendo boca, aquí os dejo un vídeo de 6 minutos que resume nuestro viaje y donde he tratado de transmitir lo que sentimos durante nuestros 4 días de safari en Sabi Sands. ¡Disfrutadlo y darle al play!
En este reportaje quiero contaros mi experiencia, cómo fue mi día a día y sobre todo cómo ir de safari a África igual que nosotros lo hicimos, cuándo ir y cómo reservar 😉
Sabi Sand, el mejor safari de lujo de África
África es famosa por sus safaris. Botsuana, Kenia, Tanzania… son algunos de los mejores safaris del mundo, sin embargo, si en algo coinciden la mayoría de rangers con los que hemos podido hablar es que Sabi Sand, en Sudáfrica, es posiblemente uno de los mejores safaris en cuanto a la facilidad y calidad de avistamientos sin necesidad de estar 3 horas haciendo kilómetros entre animal y animal ni tener que tirar de super zooms de 300x para verle el cogote a un león.
Aún así, para que os hagáis una idea, esta zona tiene aproximadamente la extensión de la provincia de Madrid 😀 No es pequeñita. Sin embargo, muchos la consideran uno de los mejores destinos de safari en África por ser un “gran santuario de los 5 grandes”. Un lugar donde cada salida es una aventura y posiblemente el lugar del mundo donde más fácil es ver al esquivo y complicadísimo guepardo.
Resumir mis 3 días y medio en la reserva de Sabi Sand sin dejarme ningún adjetivo sería complicado. Podría mostraros fotos, vídeos, intentar explicaros con palabras las emociones que sentí… pero cómo narices podría transmitiros lo qué se siente cuando un león te mira, con su gran melena, serio, muy serio, fijándote su mirada mientras camina hacia donde estás tú. La sensación es bestial por muy protegido que te sientas…
Antes de volar a Sudáfrica ya me habían avisado de que veníamos al que posiblemente era uno de los mejores safaris para ver animales en África. Sin embargo, jamás me imaginé que sería así. Me cuesta expresar con palabras lo que es verse atrapado en mitad de la sabana por una manada de más de 20 elefantes con sus crías rozándote con sus trompas.
Cómo explicar la primera noche de safari que vivimos, donde acompañamos entre sombras a una manada de 7 leonas y 2 leones machos mientras se organizaban para cazar un kudu.
Situaciones así se dieron un montón de veces y es por eso que si buscas información sobre cuales son los safaris en África con más probabilidades de ver fauna salvaje, Sabi Sand siempre aparecerá como una de las respuestas. Y es que aquí, cada día es una aventura. No hay día que te vengas de vacío sin ver grandes animales.
Desde ver cazando a un leopardo en un árbol con 4 hienas acechando abajo…
A un hipopótamo con sus crías enseñándonos los empastes 😀 ¡Literal!
O una fiesta de Tocos Pelirrojos, popularmente conocidos como “Zazús” 😀 Cuya verdadera preocupación en la sabana es la de picotear semillitas por todos lados 😀
Como ya os dije hacer un safari por África era mi sueño, y pese a que el lugar es importante, también he de deciros que nada habría sido igual sin nuestro ranger Mike y el hotel donde nos quedamos a dormir.
¿Cómo hacer el mejor safari por África?
Como ya os he dicho arriba, si buscas el mejor safari para ver los cinco grandes de África la reserva Sabi Sand se repite en las respuestas y puedo confirmaros al 100%, después de mi experiencia, que tenéis todas las garantías de éxito si lo que buscas es un buen safari para ver animales en África.
Pero como os decía arriba, además de tener clara la zona, es muy importante tener un buen guía que se implique. Y cuando digo que se implique me refiero a que tenga más ganas que tú de ver animales 😀
Un ranger de 10 es clave y personas como Mike Cowden, nuestro ranger, con 30 años de experiencia en safaris por África, os aseguro que es un 100% de éxito si lo que queréis es ver animales de cerca.
Es impresionante ver en acción a unos auténticos rangers y su olfato para rastrear huellas. Os aseguro que no se les va ni una. Y sino, fijaos este momentazo en el que hicimos lo que se conoce como un “bush walk” donde nos topamos, a pie, ¡con un rinoceronte! 😀 No os perdáis el vídeo.
Impresionante, ¿verdad? Esta escena es bastante complicada de ver y es una prueba más de que esta zona es uno de los mejores destinos para hacer un safari por África. ¡El 80% del rinoceronte africano habita en Sudáfrica! Cada momento que veis aquí es oro líquido en nuestros recuerdos. Ni en el mejor de mis sueños imaginaba que hubiera salido así. Cada minuto en esta reserva era una aventura, una experiencia y emoción imborrable. Un cara a cara con la naturaleza 🙂
Si cuando en Sevilla andaba como un loco buscando cual es el mejor sitio para hacer un safari en África me hubieran dicho que iba a vivir esto, no me lo hubiera creído 😀 Lo típico que uno espera de un safari por África es lo típico. Que te lleven en un jeep y a base de prismáticos y teleobjetivo ver a los bichos, con suerte verles en acción… pero de ahí a pasear y sentir adrenalina al 500% por toparte con un rinoceronte africano a pocos metros… ¡jajaja! Acojona un montón 😀
El mejor hotel donde he estado en mi vida
Jamás olvidaré nuestra llegada al hotel, el primer día, donde mientras comíamos nos recibió un grupo de elefantes que venían a refrescarse en familia a una pequeña laguna. Este momento fue mágico. Camino de la reserva ya nos avisaron de que íbamos a uno de los mejores hoteles para hacer un safari en África pero de ahí a que no hubieran pasado ni 5 minutos y que ya tuviéramos a una familia de 15 elefantes bebiendo en tu hotel…
El hotel donde nos quedamos es uno de los mejores safaris de lujo de toda África. Así nos lo prometieron y… así fue. Y a ver… barato no es. No os voy a engañar. Fueron varios meses ahorrando para pagarlo porque como digo no es precisamente lowcost 😀 Sin embargo, no es de los más caros de Sabi Sand.
Lo que sí os aseguro es que vale cada € que pagamos. La suma de todos los momentos que vivimos allí valen su peso en oro y ahorrar durante un año para algo así es algo que volvería a hacer una y otra vez.
Como habéis podido ver la habitación es alucinante. Lo mejor de todo sin duda el porche con vistas donde como digo en el vídeo literalmente veías a los animales. Os aconsejo llevar una lintera porque mola mucho apuntar de noche a la oscuridad desde la cama y ver “ojitos”, ¡jajaja!
Y bueno… lo de ducharse en pelotas y que puedan verte leones… yo creo que es toda una provocación para guepardos, leopardos y leones.
Imaginad lo que debe ser para estos pobres animales que deben de estar hasta el moño de tanto impala, kudu y ñu, el ver a una presa ibérica como tú, en bolas. Tiene que ser como que en mitad de una dieta de piña y lechuga, que te pongan una ración de pescaito frito detrás de un cristal. No está bonito. Pobres felinos hombre…
¿Cómo era el día a día en el safari?
Cada mañana te despertaban para ir al safari del amanecer. Madrugón del 15, ya os aviso. Y cuando digo que te despertaban es que venía un ranger armado a la puerta de tu habitación para acompañaros a un pequeño desayuno. Para este desayuno “de madrugada” os ofrecerán algo rápido y ligerito: un café y alguna galletilla. Pero tranquilos que en mitad del safari, rollo “picnic”, vuestro ranger os montará un tinglao alucinante con café, chocolate, galletas, bizcochitos…
Cuando lleguéis al jeep, veréis mantas y bolsas de agua caliente para el camino. Sí, es África pero hace un frio de narices y en un jeep abierto… más.
La traducción de “safari” al inglés define un poco lo que realmente os espera después: “game drive”. La traducción literal es “jugar conduciendo” 😀 Y es que literalmente, durante 3 horas, lo que os espera es jugar a buscar entre la maleza y esperar un: «¡Mirad ahí!», «Silencio, silencio, silencio…!» o un «Me avisan por radio de que a 4 kilómetros han visto un guepardo con su cría». ¡Divertidísimo!
Pero no sólo eso. Verles conducir es alucinante. Esos coches no sé de qué narices están hechos pero son capaces de trepar cuestas imposibles y pasar por encima de gigantescos árboles, matorrales, rios o todo lo que se presente. Y aviso a los ecologistas… ningún árbol sufrió. Todo lo que literalmente arrollamos con el coche estaba más seco que la mojama.
Tras la aventura, llegaríamos al hotel donde cada día os preparan un riquísimo brunch con el que comentar la jugada del primer asalto. Tras esto, relax en la habitación para recargar fuerzas después del madrugón del amanecer. Estar tumbado en la cama mientras los impalas se acercan a la ventana de tu habitación es una pasada 🙂 Y os aseguro que es literal. Esa visita mientras dormíamos se produjo 😉
Tenéis que recordar que los animales durante el día duermen y permanecen escondidos de modo que en el hotel vais a estar mucho tiempo. Por esta razón, me repitieron 1000 veces que el hotel para hacer un safari por África que escogiera fuera guay porque íbamos a echar bastantes horas en él 😉
Cuando organicé este viaje tuve varios amigos que me advirtieron que a la hora de hacer un viaje como este, que apostara siempre por los mejores lugares para hacer un safari en África y que descartara al 100% las opciones “de arrastraillo” por muy buenas que me las prometieran. Esto es África, no Asia, Europa o Sudamérica donde ir “de arrastraillo” no hace que te arriesgues a según que cosas. Y ya no sólo me refiero a un sitio libre de pequeña fauna sino a un sitio que responda en caso de jaleo 😉 De lo contrario, en un país como este, el viaje se puede hacer hasta pesado si el alojamiento no es confortable. Y ojo, os lo dice un amante del lowcost y todo lo que huela a mochila.
Tras relajarnos en la habitación y estirar un poquito la pata, tiraremos al almuerzo, del que os puedo decir que para tratarse de un hotel que se encuentra en mitad de la absoluta nada… me pareció “de coña” los menús que nos sirvieron 😀 Pero de coña. Y no me refiero sólo a las vistas del fondo…
Cuando digo “de coña” me refiero a que había días que no creía lo que nos estaban poniendo de comer. Desde carnes típicas de caza de la zona, como el kudu, avestruz, impala o cocodrilo…
¡A trucha de rio que ni en Cádiz la he comido tan rica! 😀 En serio, un auténtico diez 😀
El momento de después de comer era uno de los mejores. La mayoría de huéspedes tiraban a la habitación pero yo os recomiendo quedaros en la zona de terrazas que tiene el hotel frente a una preciosa laguna donde manadas de animales suelen ir a beber.
Os aseguro que ese es el plan 😀 Quedarse ahí y dedicar tiempo a practicar “el bello arte de no hacer nada”, con la única preocupación en la mente de que aparezca un elefante, impala o búfalo a beber es… la leche. Fijaos qué chulada
A media tarde, os llamarán para ir de nuevo a la carga con el segundo safari de la tarde hasta que entre la noche. Para mi, mi momento favorito del día. Los safaris nocturnos de atardecer son la leche y suele ocurrir de todo 😉 ¿Se os ocurre un mejor plan de día? 😀 Pero espera, espera… ¡que la jornada aún no ha terminado!
Tras unas 3 o 4 horas de safari, volveremos al hotel y allí os espera cada día una sorpresa. Sí, sí 😀 Imaginaos estar uno de los mejores lugares donde hacer un safari por África, rodeado de hienas y ruidos de la sabana y que en mitad de la nada, rodeados por antorchas, os monten una súper barbacoa ante la mirada de un montón de ojitos brillantes rodeándoos… ¿guay o no?
Eso en exteriores. Pero lo mejor eran las “cenas sorpresa” donde camino del hotel, después de horas buscando animales te decían: «Hoy en la habitación vais a encontrar algo guay». Y de pronto, al llegar a la habitación, veías que te habían montado un chiringuito, rollo romántico, como si ahora tu habitación fuera un restaurante de lujo… 🙂
Las noches eran geniales. Quedarse en silencio tratando de escuchar algún gruñido era divertidísimo y emocionante. Pero lo mejor, la emoción de que al día siguiente te esperaba una jornada más. Una aventura más.
¿Cuál es el nombre del hotel donde os quedasteis?
Como habéis podido comprobar, los que me decían que en este hotel se hacía el mejor safari por África para ver animales no exageraban. Y a las pruebas me remito 😀 Y la clave de todo ello, como habéis visto, fue el alojamento donde estuvimos y su equipo de rangers, rastreadores y vehículos súper 4×4. Si estáis interesados, a continuación os dejo un PDF en el que os muestro cómo reservar, qué incluye y todo un listado destallado de cosas que incluye el hotel 😉
Como os dije arriba este tipo de experiencias no son baratas. Digamos que es un viaje VIP. Pero tened en cuenta que estamos hablando del que posiblemente sea el mejor safari por África todo incluido (avistamiento de animales, pensión completa, traslados, bebidas 24h, etc…) en una de las mejores zonas para hacer un safari por África, como es Sabi Sand, santuario del rinoceronte africano y la que algunos bautizan como “el hogar de los 5 grandes” donde prácticamente te garantizan verles a menos de 20 metros de distancia.
Tanto es así lo que os digo que hubo muchas situaciones en las que decidí quitar mi teleobjetivo porque estábamos tan cerca de los animales que no conseguía hacerles bien las fotos. Fijaos a la distancia que llegábamos a estar de los escurridizos leopardos. ¡Increíble!
Había quienes tiraban las fotos con el móvil 😀 Olvídate de los prismáticos que en este safari no los vas a necesitar. La sensación de ver a estos animales, cara a cara, sin prismáticos, ni lentes, es indescriptible. ¡Te tienes que pellizcar! 😀
El sueño de mi vida hecho realidad
Para mi este viaje suponía uno de los sueños de mi vida. Ver animales salvajes en total libertad. La adrenalina que sentimos fue máxima. Esas noches detrás de leones bajo la mirada luminosa de sus ojitos entre ramas…
Avanzar rodeados de impalas, la cantidad de pájaros que vimos, el momento “bush walk” con el corazón latiendo a mil por estar a metros de un rinoceronte, las mañanas con las bolsas de agua caliente, en el jeep, detrás de leopardos cazando desde los árboles…
Jamás pensé que una experiencia como esta me iba a marcar tanto. Ver cara a cara a un león macho con su melena, ver como había pájaros que avisaban a las manadas de la presencia de guepardos, los cocodrilos, perros salvajes, manadas de ñus…
Decenas de babuinos haciendo de las suyas en la carretera o el maravilloso contraluz de las jirafas al atardecer bajo el sonido de multitud de cantos de pájaros que nunca antes había escuchado.
La sensación de estar buscando a un animal y de pronto, sentir escalofríos al ver unos ojos en mitad de la vegetación acechando nuestra visita…
Entender que las hienas no son tan fieras y perversas como nos las pintan sino que son como perritos grandes que en ocasiones hasta te visitan mientras cenas 😀
Sentir la fuerza y energía que desprenden las familias de elefantes y vernos literalmente rodeados por decenas de ellos hasta el punto que casi los podíamos tocar. Cómo se protegen y quieren entre ellos. Cómo el jefe guarda las espaldas del resto y las crías corretean entre los adultos.
La felicidad de vivir estos momentos creedme que no tuvo precio para nosotros. Os aseguro que hubo momentos donde sentí justamente eso: felicidad extrema. Muchas de las cosas que vivimos en esta reserva se quedarán conmigo para siempre. Es más, os digo que si hubiéramos tratado de imaginar un plan “idílico” no nos habría salido igual.
Tal vez os parezca exagerado todo lo que os cuento pero para mi estos encuentros con estos animales sabiendo que “el respeto mutuo” era la única barrera que había entre ellos y nosotros fue emocionante. De pocas experiencias me he ido tan emocionado como de Sabi Sand en Sudáfrica. Buscábamos cumplir el sueño. Buscábamos uno de los mejores safaris para ver animales en África y… así fue 🙂