Descubriendo Asturias, paisaje a paisaje

Han tenido que pasar nada más y nada menos que 25 años para que visitara por primera vez Asturias. Desde siempre había oído hablar muy bien de sus paisajes, de lo bien que se come (dato muy importante si quieres convencerme de algo), la belleza de su costa, la naturaleza en la montaña y del encanto de sus pueblecitos en ocasiones inundados por esos viejos hórreos cargados de historia y grietas.

Tal vez haya sido la distancia, al vivir en Sevilla es lógico que a uno le de algo de pereza tragarse tantas horas de coche pero la verdad es que ahora lo tenemos muy fácil a la hora de viajar por España gracias a la cantidad de vuelos económicos que diariamente hay de punta a punta de España y que en menos que canta un gallo te plantan en cualquier lado.

Así pues, con ganas de poner imagen a esos paisajes de los que tanto me habían hablado y acompañado de buenos amigos de viaje de minube,  nos dispusimos a recorrer Asturias durante 10 días desde la costa de Llanes hasta los propios Picos de Europa dejando tras de si instantáneas y paisajes que emborrachan la retina y enganchan al que los visita con momentos como los que os muestro a continuación.

Los paseos por la costa de Llanes nos dejaron paisajes de mar

Acantilados imposibles donde dejar pasar unos minutos y esperar a que las olas rompan sobre ellos.

Paisajes híbridos, de mar y montaña, de verdes praderas y arena fina.

Paisajes de montaña, el hábitat ideal para cualquier amante de la naturaleza. Lugares perfectos donde detenerse y pararse a pensar.

Paisajes gastronómicos, porque esto que veis sabe a gloria. Os aseguro que os pondréis «púos», como aquí en el sur decimos. Durante los 10 días en Asturias fue un no parar entre el pote, la fabada, picadillos… y en cantidad, como Dios manda.

Paisajes urbanos e incluso me atrevería a decir que hasta «lunares»!

Paisajes en la noche, urbanos, en piedra

Paisajes épicos, de cine. Lugares por los que pasear y sentirse inmerso en una aventura de fantasía.

Paisajes rurales, cargados de lugareños auténticos con los que aprender y escuchar.

Paisajes de libertad, donde sentirse un pájaro y libre de ataduras es algo muy sencillo.

Paisajes irreales de curvilíneos valles y relieves por los que la bruma consigue transformarlos en mágicos.

La verdad es que no se como no me anime antes a coger un vuelo y patear Asturias. Diez días por unas tierras con fama de no tener mucho sol pero que con este o sin él os aseguro que «paisajes», no os faltarán.

Mientras tanto, para que no os quepa duda de ello, aquí tenéis a los protagonistas de este post en movimiento, donde he intentado transmitir lo que se siente cuando observas, paseas y te diviertes con los paisajes de Asturias tal y como yo y mis amigos lo hicimos. Dale al play y lo entenderás.