¡Dentro de cataratas del Niágara a bordo del barco Hornblower!

Una de las experiencias que jamás olvidaremos de nuestro viaje por Canada será siempre el recorrido que hicimos en barco por cataratas del Niágara, sin duda una de las experiencias más alucinantes que hemos vivido a lo largo de los casi 50 países que hemos visitado y una imprescindible, sí o sí, que hacer en Niagara ya estéis en el lado americano o canadiense.

El hornblower adentrándose en cataratas del Niágara

He de reconocer que mis expectativas no es que fueran muy altas ya que no nos habían hablado bien de estas cascadas. Es cierto que a nivel paisajístico no tienen nada que ver con Iguazú ya que aquí hay bastantes edificaciones y podríamos llegar a decir que lo han comercializado tanto que es casi un parque de atracciones… sin embargo, chicos… estas cascadas están muy chulas y os garantizo que la experiencia de meternos con el barco Hornblower en cataratas del Niagara no tuvo desperdicio alguno y repetiría sí o sí.

Llenos de agua en el barco por cataratas del Niagara

Pero bueno, voy a empezar un poquillo por el principio par ubicaros un poco en cataratas del Niágara, poneros en situación y empezar a inocularos el virus viajero necesario para que salgáis de este post con las pilas a tope para vivir esta experiencia.

El barco Hornblower… ¡un amor a primera vista!

Según llegamos con nuestro coche al lado canadiense de cataratas del Niágara, aparcamos en un gigantesco parking que hay junto a las cascadas, pillamos las mochilas y nos dispusimos a recorrer el mirador principal que recorre todo el lado Este de las cascadas.

Diario de un Mentiroso en el lado canadiense de Cataratas del Niagara

Desde allí arriba las vistas eran alucinantes. Menudas panorámicas de los saltos de agua. Acojonantes. Casi 2800 metros cúbicos por minuto, una altura de 230 metros y un sonido totalmente ensordecedor. ¡Vaya pasada de lugar! Pero para pasada… el Hornblower. El barco que penetra en el interior de las cascadas del Niagara y que tal como lo vimos desde arriba no dudamos ni un segundo en comprar las entradas.

Tickets de entrada para el barco Hornblower

Tras apoquinar los casi 10€ de entrada que es el precio del barco por las cataratas del Niagara, bajamos en ascensor a una plataforma y de allí nos llevaron hasta un mostrador donde nos dieron unos ponchos de plástico que más adelante veréis que sirvieron de poco 😀

En el Hornblower, una de las mejores experiencias que hacer en cataratas del Niágara

Ahí nos tenéis, cual ovejitas enjauladas, con más calor que en el mostrador de una pollería con nuestros ponchos de plástico pero más felices que unas perdices ante el que presagiaba que iba a ser uno de los momentos más épicos de nuestro viaje por Canada.

El show estaba a punto de comenzar… ¡allá vamos!

Nada más entrar en el barco nos fuimos directos a la parte delantera del barco. Ni os lo penséis. ¡Es la mejor de todas las zonas para ver desde el barco las cataratas del Niagara! Eso sí… prepararos para mojaros porque os vais a comer todo el agua del mundo.

A punto de entrar en cataratas del Niágara

En cuestión de minutos el barco empezó a rugir y pronto empezamos a ver más y más cerca toda esa enorme nube de agua vaporizada.

Saliendo en barco hacia cataratas del Niágara

Según avanzaba el barco, un viento espectacular empezó a sacudirnos y junto al sonido embravecido de las olas chocando contracorriente contra el casco del barco… nos fijamos que decenas de gaviotas y patos salvajes empezarían a revolotear la trayectoria del barco convirtiendo aquel momento en la presentación perfecta de lo que estaba por suceder.

El barco de cataratas del Niágar entrando en la nube de agua

De pronto, como si de una enorme lluvia horizontal se tratara, un montón de agua empezó a golpearnos en forma monzón 😀 ¡Qué guay! No eramos conscientes aún pero… ¡estabamos ya a poquísimos metros de la caída principal de las cascadas!

Entrando con el barco Hornblower en el interior de las cataratas del Niágara

El sonido del agua a penas nos dejaba oirnos entre nosotros. ¡Aquello era alucinante! Y de pronto… salió el sol y con él, un precioso arco iris comenzó a rodear el barco. ¿Se podía pedir más? Nuestro tour en barco por cataratas del niagara estaba diseñado por los dioses del olimpo 😀 Jajajaja

El borde de cataratas del Niágara, azul, con fuerza

Por momentos llegué a acojonarme. No os voy a engañar. Aquello era una locura en toda regla. Decenas de remolinos, rápidos, olas enormes y una corriente de tres pares de narices chocando contra el barco convertían el lugar en un mar de hostilidades donde nosotros eramos los protagonistas al más puro estilo la tormenta perfecta 😀

El Hornblower envuelto en las turbulentas aguas del Niágara

En ocasiones era complicado hasta abrir los ojos. ¡Fijaos qué caretos! 😀

En mitad de una de las nubes de agua con el barco por cataratas del Niagara

En esta imagen que os muestro a continuación podéis observar la corriente y como el barco, con dos narices, se hace contracorriente a medida que salva toda la fuerza de las cataratas.

El Hornblower visto desde arriba en cataratas del Niagara

La aventura comenzó a calarme hasta el páncreas. Para que os voy a engañar. Me vine tan arriba que no me estaba dando cuenta pero la camisa, pantalones… jajajaja, ¡todo chorreando! El poncho digamos que amortigua un poco toda el agua que os vais a comer pero… si queréis ir más protegidos, traed un chubasquero de casa porque la cantidad de agua que os vais a comer es un desmadre.

Intentando secarme como podía en el interior del barco de Cataratas del Niagara

La aventura poco a poco iba tocando a su fin. El nivel de euforia que sentí por momentos fue alucinante. Sentir la energía y fuerza de una maravilla de la naturaleza como lo son estas cascadas es una de las mejores experiencias que hacer en Niagara y posiblemente de toda norteamérica.

Vista vertical del Hornblower a punto de entrar en la nube de cataratas del Niágara

Tal vez porque esperaba poco, tal vez por bajas expectativas, tal vez porque tras Iguazú ya pensaba que nada iba a superar a aquello… lo cierto es que mi sorpresa fue mayúscula y en nuestras caras se refleja lo muchísimo que estábamos disfrutando de una de esas experiencias donde lo importante es no pensar en si te mojas o no y sentirte 100% vivo 🙂

En el barco Hornblower, una de las mejores cosas que hacer en Niagara

Por aquí os dejo un vídeo de la experiencia donde podréis apreciar mucho mejor que en las fotos lo impresionante que es esta experiencia.

¿Os ha gustado? ¡Espero que sí! Y ya sabéis, si os ha gustado podéis seguirnos en nuestra página de facebook donde publicamos nuestro día a día y muchas más experiencias por el mundo. ¡Ah! Y por aquí os dejo el enlace a un post con descuentos para vuestros viajes que seguro que os vienen de lujo ¡Un saludo viajeros!