Un paseo entre los graffitis, pandilleros y calles del Bronx

En prácticamente todas las ciudades del mundo siempre hay una zona peligrosa. En Madrid bien podría ser “el barrio de las Barranquillas”, en Londres el barrio de Brixton, en Sevilla “Las 3000 viviendas” y en el caso de Nueva York, sin duda, el barrio del Bronx podría llevarse el San Benito de barrio más peligroso de Nueva York y probablemente como uno de los barrios más conflictivos del mundo gracias en parte a la fama que se ganó en los años 80 donde prácticamente a diario había asesitanos, robos, atracos y delitos de todo tipo. Muy, muy chungo.

Antes del viaje a Nueva York fuimos sometidos a un duro y constante runrún de “cuidado con el Bronx”, “tened cuidado a la hora de ir en metro no os vayais a meter en el Bronx” y un larguísimo etc de recomendaciones y momentos de acojoning que lograron que en mi mente se creara una pequeña y morbosa obsesión por visitarlo.

Tenía muy claro que quería poner cara a este barrio. De hecho, visitar el Bronx se convirtió para mi en uno de esas cosas imprescindibles que hacer en Nueva York que tenía muy, muy claro que no me iba a perder. Sí, de pequeño podría decir que era igual. Me decían “no hagas esto Miguelito…” y ahí que iba yo a hacerlo.

“Estas loco”, “¿Cómo os vais a meter ahí?”, “Vais por morbo…”, “¿Qué se os ha perdido allí?”, “Con lo bonitos que son los rascacielos…”. Frases como estas son las típicas que te suelen decir cuando dices que quieres ir al Bronx.

A bote pronto, con semejante panorama que todo el mundo nos pintaba, de zona megachungaca y de barrio sin ley… podríamos habernos rajado rápidamente pero aplicando un poco de sentido común pronto llegas a la conclusión de que el Bronx es imposible que sea peligroso al 100% básicamente porque para que os hagáis una idea representa el 26% de la superficie de TODO Nueva York y porque su población es de nada más y nada menos que de casi 1 millón y medio de personitas.

Para que os hagáis una idea, el Bronx tiene más población que toda la población de Sevilla capital! Por lo tanto… llegar a la conclusión de que allí todo “mata” o “te roba”… sería lo mismo que escuchar y hacer caso al dicho de “Se-vi-llanos! Yonkis y Gitanos!…”

De modo que dicho y hecho, sin pensarlo, buscamos la mejor forma de ir al Bronx y pese a que antes os decía que todo, todo, todo el Bronx no es peligroso, decidimos ser precavidos sin obviar el tema de la seguridad dado que no quería exponerme ni un 1% a ir a pie con las cámaras reflex y la pinta de guiris europeopardillos que calzábamos en plan “me he perdido, estoy buscando el Empire State” (con voz de “era mi primer día…”). No están las cosas para ir regalando cámaras. De modo que con la excursión Contrastes de Nueva York pusimos rumbo a uno de los barrios más famosos de Nueva York. El archinombradísimo Bronx.

Tal y como decía, el Bronx es gigantesco y como en todos lados hay zonas buenas y malas. Riverdale, Morris Park, Pelhan Park son zonas pijitas del Bronx por las que según llegamos, si no hubiera sido porque nuestro conductor nos dijo que acabábamos de llegar al Bronx no me habría dado ni cuenta.

Tal vez todos llevemos de casa el estereotipo de barrio cochambroso lleno de gente chunga pinchandose por la calle pero nada de eso. Como decía antes el Bronx es muy grande y pese a que por la calle se veían personajes la mar de pintorescos… nada que ver con la típica estampa de pandilleros navajeros que seguro que muchos traeréis en el subconsciente.

Según avanzamos por las calles del Bronx, una de las primeras cosas que me llamaron la atención fue la cantidad de gente que había esperando a “algo” que nunca llegaba.

Tal vez al espíritu santo, ¿inspiración?, ¿divinidad bendita?

Ante tal situación de “personajes tomando la fresca” me decidí a preguntar a nuestro conductor que a qué se debía esta situación.

Según nos dijo nuestro chofer, en EEUU, cualquier persona que se vea en la calle, sin casa ni medios y que acuda a los servicios sociales con un niño pequeño, tendrá una ayuda económica hasta que los hijos cumplan los 18 años, una “tarjeta cupón” con la que canjear estos por comida en los economatos y una casita VPO de por vida en bloques como el que veis.

Esta situación toca mucho las narices a muchas personas en EEUU debido a que jetas los hay en todas partes y en Estados Unidos parece que de este tipo de ayudas se están aprovechando para tocarse en exceso las narices con casa gratis y comida gratis. Estas familias no sólo tienen 1 niño de modo que la situación se prolonga durante años hasta el punto de que sus hijos vuelven a tener hijos y esto genera una pescadilla que se muerde la cola que llena las calles de Nueva York, y en concreto del Bronx, de gente viéndolas venir. Mira tu qué bien.

Pero, ¿hay algo qué ver en el Bronx?

Al Bronx hay quienes como nosotros, sólo vamos para vivir el ambiente y poner cara a todas esas historias y leyendas y quienes vienen a visitar 3 sitios que muchos desconocen por completo que están en pleno Bronx. Por un lado podemos visitar el zoológico de Nueva York, que según dicen es espectacular donde no hay jaulas que te separen de los animales. Entre tú y los animales sólo hay fosos y está considerado como el zoológico más grande de Estados Unidos. A decir verdad con lo que escucharan estos animales de lo que hay fuera del zoo… no me extraña que no usen jaulas! Juas, juas, juas… El jardín botánico, del que dicen es el más espectacular de Estados Unidos y por último, el famosísimo estadio de los Yankees.

El estadio de los Yankees de Nueva York fue el primer campo de beisbol en ser convertido en estadio debido a su tamaño. Es gigantesco y los jugadores son semidioses para muchos habitantes de Nueva York y la afición al equipo una religión. Una pasada.

“En Nueva York hay un barrio donde incluso los policías tienen miedo”, este era uno de los lemas promocionales de la célebre película “Fort Apache: The Bronx”. Y aquí, en la siguiente foto, tenéis otro de esos lugares que ver en el Bronx. La famosa comisaría número 42 del Bronx. Principal protagonista de la peli y que en la que tantos jaleos se vio involucrada.

Rumbo al sur del barrio, el Bronx más chungo

La zona más chunga del Bronx es la del “Bronx bajo”. La zona sur. Aquí es donde ni por asomo debería ocurrírsete el ir a hacer fotos o pasear con cara de pardilloeuropeo. Nosotros nos adentramos en la furgoneta de nuestro guía. Gracias a los cristales tintados pude hacer fotos a todos los que se me antojaron pero de no ser así… en algún lío me habría metido.

Según entramos nos dimos de frente con la siguiente escena en la que la verdad es que aún no tengo claro qué ocurría. Tal y como veis, hay un grupo de pandilleros trapicheando en el centro y a ambos lados… varias personas tumbadas con la mochila puesta. ¿Muy raro no? No quiero pensar que haya sido un ajuste de cuentas ya que si se los hubieran cargado dudo mucho que estuvieran ahí tan panchos pero desde luego no deja de ser curioso que a plena luz del día se vea una escena así en mitad de un campo de beisbol.

Pero sobre todo personajes de todo tipo que vagaban por las calles como si estuvieran metidos en un set de rodaje de alguna película.

Pero sin duda, uno de los principales atractivos de esta zona del barrio, al margen del morbo de meterse en todo el meollo de la cuestión, son los graffitis.

La zona de graffitis del Bronx puede decirse que son el mayor grito de protesta en forma de arte de los habitantes de este barrio a la sociedad capitalista.

Auténtico arte callejero del bueno

Allí podréis ver los famosos murales en honor a víctimas del barrio, como un inmigrante al que mataron 4 polis con más de 50 disparos, el graffiti del pequeño niño Jonathan que murió en un cruce de balas, el de personas que vieron lo que no debían ver como la historia del vigilante o el mecánico… pero por supuesto, los graffitis de Big Pun, el célebre rapero que pese a a no morir asesinado como los casos anterior sino que murió de un chungo que le dió al pobre hombre, allá en el Bronx, lo idolatran con enormes murales de su vida.

Según pasabamos con el coche nuestro chofer nos contaba que semanas atrás había habido tiroteos por la zona. Por momentos me acordé del niño Jonathan y me acongojé un poco. Allí la droga es el pan nuestro de cada día y nunca se sabe a qué pirado le puede dar por disparar a un coche que pase por allí. Según nos dijeron no es raro que estas cosas pasen en el bajo Bronx.

En definitiva, toda una experiencia, una cara de Nueva York que creo que debe de vivirse sí o sí. La otra cara de la moneda de un barrio que nació gracias a la granja que construyó un sueco llamado Jonas Bronck y que tras la llegada del metro se convirtió en casa de latinos, africanos, caucásicos y asiáticos que con el paso de los años dieron forma a las muchas historias y leyendas del Bronx y que hacen de este barrio lo que hoy es.

Información práctica si quieres vivir esta experiencia

¿Cómo ir al Bronx?

A menos que os apetezca ir en exclusiva al zoológico del Bronx… mi recomendación es que contratéis el tour de los contrastes de Nueva York y si decidís hacerlo por libre moveos sólo por la zona más cercana al Hudson evitando siempre la zona del sudeste del Bronx. La más chunga y a evitar.

¿Qué zonas son las más y menos peligrosas del Bronx?

El Bronx se divide en 3. Bronx alto, donde están algunas casas residenciales y cuya imagen no encajará demasiado con la idea de Bronx que todos traemos; el Bronx medio, donde está el estadio de los Yankees y el Bronx bajo o sur del Bronx, donde está la parte más chunga y problemática del Bronx. Esta zona es la famosa zona de graffitis.

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