Sobrevolando Barcelona en Helicóptero!

Cada vez que visito una ciudad nueva, y por irónico que parezca debido a mi ya popular vértigo, no hay nada que más me guste que ubicarme en cada una de ellas desde el punto más alto, ya sea un campanario, una torre de TV, rascacielos, montaña, teleférico o mirador en la carretera. Me gusta ubicar todo a vista de pájaro, tal vez porque ver la ciudad como un todo me ayuda a orientarme para poco después curiosearla y patearla pero sea como sea, una visita desde lo alto nunca falla.

Pues bien, en esta ocasión, Barcelona, ciudad que junto a sus miradores ya conocía, me depararía una sorpresa, en forma de pájaro con hélices, que no solo me ubicaría sino que me haría sentir pájaro sobre la ciudad de Gaudí.

La experiencia del helicóptero era nueva para mi. Nunca antes había montado en ningún cacharro volador que no pesara menos de 5 toneladas de modo que antes de subirme a él por mi mente se paso el fantasma del vértigo, que allá donde voy me persigue, pero para el que confieso que no me estorbo dentro de ese pequeño cacharro de hojalata con hélices en el que disfruté como un enano como si fuera un pájaro.

Nada más llegar al recinto, el autobús nos dejó en las instalaciones de CatHelicopters y según llegamos, firmamos un pequeño documento, soltamos las mochilas en unas pequeñas taquillas y recibimos una serie de consejos e instrucciones previas para intentar reducir al mínimo las posibilidades de que alguno de nosotros montase una pajarraco por algún descuido.

Tras una pequeña carrerita, subimos a bordo, nos pusimos nuestros cascos para el ruido, aseguramos nuestros cinturones y… a volar!

La hora era perfecta. Empezaba a atardecer y decenas de volúmenes causados por las sombras de unos edificios sobre otros comenzaron a crear cuadrículas, diagonales y enormes líneas rectas de la grandísima Barcelona que desde el aire se mostraba como una gigantesca maqueta en movimiento.

Disfrute como un enano viendo a la gente como hormiguitas y a los coches y autobuses como si fueran de juguete (hacer clic en las imágenes para ver más grande)

Al bajar sentí que los 12 minutos que habíamos pasado sobre el aire se me habían hecho segundos. Si por mi hubiera sido me habría pasado la tarde sobre la ciudad.

Pueden parecer pocos minutos pero os aseguro que de los más divertidos que colecciono en mi memoria y que sin duda intentaré repetir, de nuevo en helicóptero sobre Manhattan e Iguazú.

Información práctica si quieres vivir esta experiencia

Si quieres reservar un vuelo en helicóptero por Barcelona lo ideal es que relices tu reserva por internet y sigas las instrucciones que te indican. En el siguiente enlace os dejo toda la información con calendario de precios, dirección, etc… para que podáis hacer la actividad.

Si os mola este tipo de actividades, no dejéis de echar un vistazo a estas otras que también molan lo suyo (aunque mi preferida ya sabéis que es el helicóptero)