Retrato en blanco y negro de La Habana

Uno llega a Cuba con la expectación de no saber con qué te vas a encontrar. Todo lo que escuchas son habladurías. Unos dicen: “me han dicho de Cuba esto, lo otro…”, “en Cuba vi esto, vi lo otro…” y llegas al país con demasiados estereotipos e ideas preconcebidas que en mi opinión, lo mejor es aparcarlas, dejarlas a un lado y dar rienda suelta al propio país y sus gentes para que sean ellos los que de un modo u otro te abran los ojos con la realidad que ellos ven.

Mirada de un niño cubano en La Habana

En mi caso, tras escuchar absolutamente de todo antes de llegar al viaje, decidí llegar así y dejar que fuera la propia gente la que nos contara cosas. Sin política ni miserias. Nada de preguntas directas. Hablar por hablar sin centrarse en nada. Y creedme, que no fue nada difícil. La gente parece deseosa de querer hablar contigo, de contarte y explicarte su día a día. No te costará nada caminar y que alguien al minuto 2 empiece a contarte su vida. ¿La razón? Unos dirán que por querer dar pena y sonsacarte algún CUC y otros, porque lo necesitan. Porque necesitan soltar esos pensamientos que llevan dentro y que a un ciudadano cubano es mejor no contar. El tema político en este país según nos dijeron es un poquito tabú. A la mínima te la lían.

Cantante de 81 años en el Buena Vista Social Club de La Habana

A nuestro paso por La Habana escuchamos de todo. Yo ya no sabía ni que pensar. Unos te decían unas cosas, otros te recitaban historias muy crudas mientras te la metían doblada con algún chanchullo, otros hablaban del sueño de viajar a América y luego… los extranjeros. Personas de fuera de Cuba con los que tuvimos la suerte de conversar y que nos contaron su visión del pueblo cubano después de vivir, comer y trabajar con ellos.

Señora cubana tendiendo la ropa en un balcón de La Habana

Durante el día a día, hablando con la gente, con Cubanos y extranjeros, fui anotando frases. Frases desgarradoras. Algunas reveladoras, irónicas. Algunas, si me apuras, hasta graciosas. Frases que poquito a poquito fue escribiendo para no olvidarlas y que he decido compartir con vosotros para que cada uno saque sus propias conclusiones.

Fumando el puro más grande de La Habana en Cuba

Es importante que quede muy claro que estas frases no las comparto ni las dejo de compartir. Tan sólo las plasmo aquí como un pequeño altavoz de lo que al menos yo escuche en la calle y que rigurosamente fui apuntando en mi libreta.

Tocando música en las calles de La Habana

Y por último, decir que NINGUNO de los que salen en las fotografías son los autores de estas frases. Ninguno. A ninguno de ellos les hice fotografías con objeto de preservar su anonimato:

“La cosa más anormal en tu país aquí es normal y la cosa más normal aquí es anormal”, Extranjero residente en cuba durante 7 años.

Mirada de un señor fotógrafo de La Habana

“No quieren que salgamos de Cuba porque el que sale no vuelve” Anónimo cubano

Anciana cubana

“Agua, luz y gas son 2 dólares al mes”, Anciano anónimo

Señora apoyada en una barandilla construida con una valla de obra en La Habana

“Yo vine a Cuba con la cosa del Che Guevara, el altruismo, la revolución… pero ellos me han convertido en un fascista.”, Anónimo residente en cuba durante 11 años

Estudiantes de La Habana

“Amigo, esto es una mafia, si el gobierno aprieta el pueblo tiene que inventar”, Taxista anónimo

Matrimonio conversando en una plaza de La Habana

“Ellos piensan nada más que en ellos. Cuando la familia llega del extranjero lo único que les importa es lo abultado de sus maletas. Fijaos en el aeropuerto”, Extranjero anónimo

Músicos de un restaurante de la Habana en Cuba

“El comunismo reparte pobreza. Aquí no hay clase media y apenas ricos”, Venezolano residente en cuba de familia española

Cubana tradicional fumando puros

“Por 1 CUC aquí hay cubanos que venden a su mujer”, Alemán residente

Calles de La Habana

“Ellos hablan de necesidad pero aquí no tienen las necesidades de ustedes. Aquí no necesitan comprar un perfume, tener Internet ni cosas así. Aquí con 20 CUC que son unos 500 pesos nacionales, se conforman y viven bien. Al Cubano no le interesa que esto cambie ya que con 4 juegos con turistas, en 2 días se sacan el sueldo de un mes.” Extranjera residente cubana.

Balcones de La Habana

“Aquí un médico gana menos que un limpia botas. Los turistas sois € con piernas para nosotros”, Vendedor anónimo.

Jugando al Ajedrez en Cuba

“Ellos te hablan mal de la revolución para justificar la mala vida que llevan”, Extranjero residente cubano durante muchos años.

Simpatica chica cubana

“Mi hijito, este es mi país y lo tengo que aceptar”, Agente de viajes anónima

Jóvenes cubanas en La Habana

“Cualquier día agarro una lancha y me decido a cruzar el mar hacia EEUU”, Portero de Seguridad de una discoteca de La Habana

Madre e hija en La Habana

“El cubano no vive, sobrevive”, Anónimo.

Cubano style muy rapero

“¿Internet? ¡Esto es Cuba amigo!”, Taxista anónimo.

Señor cubano en La Habana

Como veis, frases y opiniones duras. Algunas demasiado duras. Pequeñas pinceladas de lo que escuchamos de unas gentes de La Habana que en mi opinión se merecen ser lo que en su día fueron, una de las 5 capitales más importantes del mundo pero que el día a día y las circunstancias les han obligado a adaptarse, con juegos más o menos éticos, a una búsqueda de lo que ellos consideran “calidad de vida” que dista bastante de lo que realmente es vivir bien.

Calles de La Habana

A mi regreso de Cuba fue mucha la gente que me pregunto por cómo vi al país. Si era cierto todo lo que se hablaba, etc… Sacar conclusiones precipitadas de Cuba creo que es injusto. No se puede juzgar a un país por X días en él y por lo tanto hacer un retrato del país… sería injusto. Por esa razón es por la que he querido hacer un retrato de La Habana de esta forma. Con frases.

Música en balcones de La Habana

Algunas pinceladas de lo que yo vi. De lo que  yo escuché. Sólo eso. Un retrato en que he querido hacer en blanco y negro con objeto de que esas cosas que escuchamos con el tiempo cambien a mejor. Un retrato de una ciudad que parece dormida en los 50, anclada en el tiempo. Una ciudad y un país que a veces parece querer que le interesara seguir durmiendo tal vez debido a frases como la que mi amigo Javi un día escucho en la radio: “Vive tus sueños, sigue durmiendo”. Quizás la escribiera un cubano.

Conduciendo en un ford thunderbird