Miradas entre Oriente y Occidente

Dicen que todo viaje comienza desde el momento en el que decides ir a ese lugar. Antes de un viaje suelo pensar qué me encontraré allí, como serán esos lugares que previamente he visto e imaginado en fotos, cómo sabrá la comida y por supuesto las gentes. Esos rostros y miradas que inundan las calles de cada ciudad y que otorgan a esta la personalidad de cada pueblo.

Y es precisamente por este último motivo por el que he querido empezar a hablar de mi último viaje a Estambul no por sus mezquitas, kebabs o baños de espuma, que sí, que han estado muy bien, sino por esos rostros, mezcla de oriente y occidente, que pasean por las calles de la capital del puente entre Asia y Europa.

Mujer mirando al atardecer desde Uskudar, Estambul

Mirada de una niña en Estambul

Llamada turca en Estambul de un hombre

Madre e hija en Turquía, Estambul

Cultura turquía en los niños

Joven turca en Estambul

Rostros perdidos entre el bullicio de mercados, callejones, mezquitas, iglesias, amaneceres europeos y atardeceres asiáticos. Miradas de un pueblo que mira a Europa pero aún conserva raíces orientales de un legado cultural que día a día se les recuerda bajo el espectacular canto de sus mezquitas a la hora de la oración.

Jóven al atardecer de Uskudar en Estambul