En 4×4 por Marruecos y su desierto

El gusanillo del desierto lo tenía desde mi último viaje a Marruecos hace 3 años, cuando tuve la oportunidad de ver principalmente el norte de Marruecos, Meknes, el pueblo azul de Chefchauen, Fez y sus curtidores, Asilah y Rabat entre otras ciudades, pero en esta ocasión, acompañados de Moha, uno de los mejores guías para 4×4 por Marruecos, recorreríamos el sur de Marruecos a través del Atlas y medio Atlas hasta llegar al maravilloso mar de dunas doradas del desierto de Merzouga, donde veríamos atardecer, dormiríamos bajo las estrellas y veríamos amanecer a lomos de dromedario a través de las dunas.

Un viaje de más de 1000 kilómetros. Un viaje de contrastes, paisajes y ciudades de películas como Gladiator, Babel, Sahara o La joya del Nilo, ascendiendo desniveles de más de 2000 metros de altura rodeados de montañas nevadas, enormes gargantas de piedra, como las de Dades y Todra, por las que el viento corría a placer y por supuesto, el desierto, sus gentes y esa mágica calma que lo rodea.

Mil kilómetros que han servido para cumplir un sueño viajero que llevaba tiempo deseando hacer… dormir bajo las estrellas en mitad del desierto, en jaima, bajo el sonido del viento.

Durmiendo en el desierto bajo las estrellas

Un viaje del que me traigo recuerdos pero sobre todo sensaciones. Sensaciones como la de descubrir el desierto del Sahara en Quad. Si, habéis leído bien, “descubrir”, ya que entramos a toda velocidad bajo una espesa tormenta de arena que no nos dejaba ver el maravilloso paisaje que esta envolvía y una vez dentro, a lomos de nuestros Quad… la calma reinó descubriéndose ante nosotros uno de los paisajes más espectaculares del mundo que por fin me hacen entender ese amor incondicional que grandes viajeros tienen por ellos. Mágico.